MARIMANTAS
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 19 nov 2017
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 14 abr 2021
Cónica desde la calle cuba de mi llopis Ivorra
Ya ven que cosas se ocupan en estos días de mis pensamientos y recuerdos, aunque solo sea para matar el aburrimiento, y sin saber por qué hoy vino a la memoria, una historia de aquellas que para acortar las largas noches de invierno, nos solían contar a media voz y ya medio olvidadas o ya olvidadas de todos y por todos, unas veces exageradas, otras inventadas, algunos se reían de ellas otros se acobardaban, y algunos las Vivian como si les hubiera ocurrido a ellas, pero entre unas cosas y otras la verdad, es que esta marimantas existieron y yo me propongo contarles una verídica, pero eso sí de mucho, mucho miedo, y como prueba les diré que la más famosa Marimanta de Cáceres , pero no la única, esta fue la que se llamaba Petra.
Para los que en su infinita bondad y paciencia tienen a bien malgastar su tiempo en leerme y por el acaso de que alguno no sepan de que va la cosa, les diré que las marimantas, principalmente solían ser señoras, celestinas,protitutas,hechiceras, alcahuetas y gentes de mal vivir, como se decía antiguamente, que por unas pocas monedas y ataviadas con sábanas blancas, alzas para parecer muy altas y alguna mascara en la cara, con una vela en la cabeza para conseguir un efecto más terrorífico, se solían colocar en los rincones más oscuros y lugar de paso del que querían amedrantar, solían ser sus víctimas, señores depravados sexuales, o señoras libidinosas que aprovechaban la ausencia de sus maridos para salir a putear, las señoras y señores de estos individuos o individuas, solían ser los que las encontraban para que les asustarán y los apartaran del vicio.
Cuentan la historia que la más famosa de la ciudad ,fue descubierta por un valiente de esos que aparecen en todas las historias, el nombre no lo pongo porque he encontrado dos o tres, lo que es seguro es que era panadero, y que una noche-madrugada al acudir a su puesto de trabajo y por la calle de Pereros cerca del barrio judío de la ciudad monumental y aprovechando la oscuridad reinante y la poca vigilancia existente en la época se la encontró, este que debía ser bragado en vez de asustarte se le encaró y le dijo, que por que no llevaba navaja de lo contrario ya vería, pasó el tiempo y la cosa ya estaba medio olvidada, pero otra noche de aquellas del año 50, se le volvió a aparecer en el mismo rincón, una vez repuesto de la primera impresión se fue hacia la Marimanta, esta echó a correr pero en su huida, tropezó con la sabana y cayó al suelo, cuando el panadero le iba a hace entrega de libra y media de pan, la Marimanta se dio a conocer, y resulto ser la Señora Petra,vecina del panadero que se disfrazada por celos para asustar al señor Joaquín su marido, que hacia sus negocios de noche y ella se creía que la engañaba, ¡ Ay lo que puede al amor !

Han pasado Vds. Miedo, pues eso no es nada, imagínense la carretera de Medellín, ahora Avd. de Cervantes, y un puentecillo que había conforme se entraba en el Barrio del Carneril, hoy Llopis Ivorra, con un poste y una bombilla pelada que casi nunca funcionaba, y en cuanto oscurecía todo eran lamentos y ruidos espectrales que salían desde debajo del puente ¡ uhhhhhh, no corráis uhhhh si vosotros no corráis, como os coja os chupare la sangre,¡ uhhhh , a todo bicho viviente que pasara lo tenían amedrantado y era todo el barrio el que tenía que pasar por ahí, coño que cague, tanto se prodigó el fantasma que un día el tío Bimba el sereno y algún que otro voluntario se su atrevieron a investigar, la cosa dio resultado a los pocos días, resultó que era un vecino del barrio el Piyayo, que no hay barrio que no tenga su tonto, todo el asunto fue rápido, le pusieron las espaldas al corriente de pago y listos, la tontería le dio por ahí, pero nos tenía acobardados a la mitad del barrio, y a la otra mitad también.

Ahora nos situamos en la calle Cuba de mi Llopis Ivorra, dejen que su mente se situé, calle con árboles, casas de una planta en una acera, bloques en la otra, una sola bombilla en funcionamiento en toda la calle, ( se escapó de milagro, o no había mas piedras o la señora Margarita que vivía en esa casa salió a reñir a los muchachos) noche cerrada, joder que miedo, y solo se oyen alaridos, ¡ Ayyyyyyy madre, que malito estoy , Ayyyyyyyyyy madre que me muero, con voz de ultratumba, había que vernos, con las cabezas arropadas por las mantas y sin atrevernos a mirar por las ventanas, solo se escuchaba por toda la calle los gritos a voz en cuello, ¡ Ayyyyyyyy que me muero, Ayyyyy madre que malito estoy, madre que no llego al pavo... que sudores me entran , que miedo estoy pasando hoy al recordarlo.
El de los gritos y alaridos resultó ser Alfonso Morales, un vecino que tenía una discapacidad y que cuando cobraba la pensión le gustaba darle al tinto, por lo que se ve le sentaba mal la bebida y la liaba parda, decía con aquellos gritos que se corroían las entrañas de miedo, que no llegaba al pavo de navidad y lo mismo estábamos en Febrero, que miedo he pasado tu....

@agustinbotines
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