AMANECE
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 30 mar 2020
- 5 Min. de lectura
Crónica dese la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Amanece por fin, tras una larga noche de insomnio, una larga noche, tan larga que dura ya varios años, tantos que son muchos de los por nadie deseados, larga noche de tinieblas y sufrimientos, parece que todo es solo eso nada más que eso una noche diáfana, resumido se traslada a una larga noche de oscuridad espesa y eterna, tan espesa ha sido la oscuridad que de haber querido la podría cortar a manotazos, pero era tanta la pereza, la desidia, el estado de dejadez o de idiotez inducido, que ni para eso tenía voluntad, para romper la espesa oscuridad, si lo pienso en un momento de lucidez, ha sido una noche sin fin de casi diez años de duración, hasta hoy que espero sea el principio del fin, o al fin el principio...
Amanece en mi Llopis Ivorra, y amanece un día atípico de últimos de un mes atípico de julio, por lo de las bajas temperaturas, bajas en un verano atípico para lo que acostumbra por estas tierras de miserias y desolación, donde solo han quedado por las malas políticas un reguero de muertos vivientes, de merodeadores y buscadores de subvenciones y de comederos en los distintos pesebres, el arte de vivir de lo público sin aportar nada al común, tan solo la mala baba estos tipos son así sin moralidad y sin decencia, de gentes sin alma que campa por estas tierras, tierras con hedor a miserias, a piel acartonada del que la trabaja, por el calor , el sudor y las sofoquinas , y de señoritos, de señoritos de cortijo, caciques e hijos de los caciques de otros tiempos y que jamás se fueron de los páramos de Extremadura, y de hambres, tierra donde se sacian el hambre , con el pan de mañana, un mañana sin futuro para fundirlo con el efímero pan de hoy arrancado a mordidas a ese mañana, todo prendido en el viento y en las políticas del acaso, a las miserias del alma es a lo que me refería y a las otras también y a la pobreza de espíritu de estas tierras otrora de reyes del mundo y ahora de catetos, todo al fin es atípico y mucho más este día atípico, y es atípico porque, es mi principio del fin, o al fin el principio...
Amanece en mi Llopis Ivorra , y con la llegada de la clara va clareando también los sentimientos, aclarando si es que fuera posible dado mi estado de saturación mental, las ideas tantos años enmarañadas y escondidas en lo más recóndito del pensamiento, por lo menos van clareando las ideas más turbulentas de lo sufrido y pasado, las otras no, esas pueden esperar, esas no corren tanta prisa, quizás con el tiempo tenga que rendir cuentas a esas que ahora no corren tanta prisa, y que quizás clareen tanto como la mañana que ahora comienza, mañana atípica de últimos de un mes de julio atípico, atípico porque es el principio del fin, o al fin el principio....
Amanece y mi Llopis Ivorra, se inunda de atípica tristeza, tristeza por una juventud perdida y olvidada, una juventud ajada por las circunstancias, circunstancias ajenas que fueron envolviéndome poco a poco, sin darme cuenta envueltas en mentiras, silencios, gestos, malas miradas que te llevan a soñar con las primaveras pasadas, perdidas por lo no vivido y te llegas a emocionar de tristeza al averiguar que esas primaveras soñadas son tan solo eso sueños, porque esas primaveras jamás fueron vividas, que se me escurrieron de entre los dedos, de entre los labios, desde muy dentro del alma, que me las robaron y que la vida las tiene en mi haber, y justo es en ese mismo instante es cuando me doy cuenta de que este día atípico tiene que ser en mi vida el principio del fin, o al fin el principio...
Amanece en mi Llopis Ivorra, y antes de que la amanecida llegue a llenar de luminosidad mi calle Cuba, ya en mi mente sé cuál va a ser el primer paso a dar en cuanto ponga en pie en la calle, paso dado con valentía, con esa valentía que tenía escondida y que ignoran los malnacidos que posees, por eso, porque lo ignoran es donde estos tipos con sus caras y sonrisas de hijos utas se refugian y hacen el daño contando con que tu cobardía no te deja de reaccionar, valentía que tenía escondida muy cerquita del corazón, justo al lado mismo de una gran voluntad también escondida y quebrada por los acontecimientos que me superaron y me sumergieron en un estado de letargos y tristezas melancólicas, donde lo irracional te parece lo racional, donde lo anormal me parecía lo normal, viviendo como un autómata, con la mente confundida de los real y lo irreal, de lo vivido con lo soñado o ee lo esperado haber vivido y soñado, hasta que con el alba llego la claridad de este día atípico, y la rabia me anego el corazón de lágrimas, y entre esas lagrimas deslumbre la claridad de una salida a todo lo que está pudriendo mi vida, de antemano ya sabía que iba a costar mucho, mucho sufrimiento y dolor y lágrimas muchas lágrimas y descender hasta el averno para enfrentarme con mi Lucifer, sufrimientos a espuertas e incertidumbres muchas, sabía que me iba a costa media vida, y estaba dispuesto a hacer ese pago, ya me habían robado la otra media hacia mucho, ya con el día amanecido solo quedaba cerrar los ojos y colocar un pie tras el otro para empezar a recorrer el camino de vuelta al infierno para pedir el finiquito y no volver jamás a mirar hacia a otras, y otro paso hacia a delante para evitar el secuestro por parte de mi Calipso, y otro paso más, este para salir del laberinto que yo mismo construí y pedir los planos hace mucho, y que alguien me dé una porción de la dos mitades de la vida que entregue, una por voluntad otra robada y otro paso más para que sea el comienzo del fin, o al fin el comienzo...
Amanece , ya amanece en mi Llopis Ivorra, amanece un día atípico de últimos de un mes de julio atípico, se lo que hay que hacer y se va a hacer sin remisión, con la valentía recobrada por momentos, la valentía que te dan los hijos, o tal vez a pesar de ellos, solo una cosa esta clara por ellos, solo por ellos y después por mí, por devolverles la vida que tienen derecho a vivir como cualquier ser humano con cariño , una vida en fin normal, ni más ni menos que una vida normal y solo por ellos sacas el coraje para hacer lo que se tiene que hacer, ya se cuenta con que se pondrá en entredicho lo que alegue, que no me creerán, que se perderán las amistades que me insultaran y me llamaran loco, porque vivimos en una sociedad enferma de gente sin escrúpulos y sin alma, pero se hace lo que hay que hacer por los hijos, y porque se está cansado de gritar al silencio, día tras día, noche tras noche, semana tras semana, y te importa ya muy poco la vergüenza que te van a hacer pasar, todo ya te da igual solo que sueñas con que hoy sea el principio del fin, o al fin el principio...

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