DE MENTIRAS Y BULOS

Crónica desde la Ronda de la Pizarra

                 DE LENGUARONES Y BULOS Y MENTIRAS

Esto viene a cuento de que todos descompuestos y sin saber dónde mirar, ya seamos Tirios ya Troyanos, sin que nos entre en las entendederas de que el gran Ulises esta con los Aqueos, ayudándola a la conquista de Troya, y que como aquellos andamos y nos quieren andar en la mentira, y vemos a muchos corriendo hacia un destino donde no quieren o les da  miedo llegar, y bajo la humilde opinión  de este analfabeto, su seguro servidor, estamos recibiendo tanto información que no somos capaces de digerirla como se debiera, y extremar las ovejas preñadas de las machorras.

Me gusta girar el dial de mi aparato de radio cada mañana y pasear por las distintas emisoras para escuchar a las estrellas radiofónicas y a sus equipos de especialistas tertulianos, y es cuando menos curioso ver como tratan el mismo tema y como lo titulan, unos que opinan que blanco, otros que negro, algunos que el blanco es roto, y hasta algunos comentan que es verde pistacho, si es que este es algún color, ya que yo, no se distinguir más que el blanco y el negro, pero en fin, en universidades se graduaron y aunque no haga falta ser gallina para saber si los huevos son frescos, algo más sabrán, que para eso han tenido a la familia cinco años pasándolas canutas para que estos lumbreras estudien, o bien a través de becas que les proporciono un estado que algunos desdeñan.

Y no es que yo esté en contra de la crítica, no, al contrario, la crítica si no es para encabronar al personal sirve para enriquecer el debate, pero no es el hijoputismo que estamos viviendo en los últimos tiempos, con un partido socialista que ha perdido la esencia de siglas de socialista y de obrero, una izquierda dispersa en lucha internas, y una derecha a la que solo se le escucha el ruido, mucho ruido, pero pocas nueces, solo los oigo hacer ruido, pero ni una solo propuesta de gobierno. Tan bien lo están haciendo  gobierno como oposición, y démosle la vuelta a las siglas de los que gobiernan y de los que opositan, que han conseguido meter a los fascistas del zángano e inútil de Abascal en las instituciones democráticas, “democráticas” en un estado fallido, donde tenemos a un jefe de estado elegido por su padre que fue elegido como tal por un asesino dictador y que jamás juró la constitución, al padre del jefe del estado me refiero, al otro se le subía el azúcar solo de pensarlo. Una señora presunta delincuente, que atropello a la policía con unos de sus coches, que todos los miembros de su gobierno están juzgados y condenados por ladrones, que llego a la presidencia de la junta de Madrid por comprar votos dos tránsfugas sin haber ganado ninguna elección, esta señora ministra con el ínclito Aznar, aquel que casó a su hija en un sitio donde mora nada más que muertos, la señora Aguirre se tiene que estar riendo desde su covacha de bruja estreñida al ver a sus “hijos” fascista Abascal y la falangista señora Ayuso, mandando y perturbando la concordia de un país de ciudadanos de mala leche, que no respetan ni el dolor ni sufrimiento de sus familias con lo que pasaron hace cuatro días. Pero como demócrata, respeto estos engendros de maldad, porque el pueblo soberano los elevó a los altares.

Alsina, Barceló, “El Comunista” de Jiménez los Santos, el señorito cortijero de Herrera, más los rebuscadores de casquería de la prensa escrita, andan a diario calentando al paisano de a pie, y aquí andamos todos cabreados con todos y contra todos, sembrando ponzoña los lenguarones  con mentiras y bulos, entre alguna verdad por añadidura de unos contra los otros, de los otros contras los unos, y los unos y los otros contra todos, pero sin que todavía ningún juez haya dictado sentencia,  el problema es que entre tanta porquería no vemos el camino a seguir, y lo único cierto es que, ningún país se merece unos políticos como los que sufrimos, y como dijo don  Estanislao Figueras “Estoy hasta  los cojones de todos nosotros”

Pero me he metido en un gran charco, no sé a qué vino esta parrafada cuando yo lo que quería contar es un sucedido de hace ya tiempo atrás y es precisamente de lenguarones, lenguaronas, mentiras y bulos, este sucedido tuvo lugar en la hermosa villa de Trujillo, distante de la villa cacerense capital de provincia en unas nueve leguas metros más metros menos.

Comenzaba el siglo XV, Vds. disimulen que no recuerde al año, yo solo era un tierno infante, y una guapa y joven moza, al salir de misa todos los días se daba en encontrar con un apuesto mozo, con pinta de caballero y de muy buena presencia, y al decir de los lenguarones con sus buenas perrinas en la Caja de Ahorros, y así pasaron los días incluso algún mes que del tiempo el cronista no nos dice nada, más cierta tarde, al llegar al solar de la moza le dijo al muchacho que entrara, que iba presentarle a su madre, y así lo hicieron.

Doña Inés Sánchez, que este era el nombre de la madre de la chica y futura suegra del mozo, guapa donde las hubiera, de soberbia presencia, de esas señoras que los lindos se vuelven al verla pasar, los otros también, porte señorial y de ordeno y mando, tanto que era conocida como Ines “la Rabiosa”, señora de mucha nobleza que le venia de antiguo y un más que respetable capital, contaba la buena de doña Inés con cincuenta años, y hacia cuanto ha, que había quedado viuda de don Francisco de Gironda, las malas lenguas le decían que ya tenía el arroz pasado.

Desde aquel dia que la moza llevó a don Martin, que era el nombre del enamorado, comenzaron a correr los bulos por toda la villa trujillana, que si la suegra recibía al  mozo en solitario, que si lo invitaba a comer o a cenar, que si lo veían salir de la casa fuerte de dona Inés a horas intempestivas para la gente de bien y más de más, y algo habría de verdad, porque doña Inés se enamoró de don Martin y don Martin hizo lo propio con doña Inés, y a tanto llegaron sus amoríos que el joven dejo a la hija para acogerse a la madre, todo en orden, se repartieron las tarjetas de invitación a la boda, se corrieron las amonestaciones, eligieron el menú en casa Claudio, y tras el sí quiero y el convite marcharon de luna de miel hacia las Huertas de Ánimas, separado de la villa trujillana en unos quinientos metros, y donde Inés tenia una villa para el verano.

Al poco del casamiento se dio en correr la voz de que donde Inés, la buena de doña Inés esta en estaba en estado de buena esperanza, preñada o embarazada, y allí fueron las risas, allí el alboroto, allí corrían los bulos, en la peluquería, en la tienda de ultramarinos, en los confesonarios, al terminar los rezos del rosario y hasta en la cola del paro, nadie podía escapar, de los lenguarones, lenguaronas , bulos y mentiras que repartían por toda la villa.

Unos que, si la criatura era de la hija, otros que había sido comprada a una señora de las Huertas de la Magdalena y hasta decían saber el nombre de la madre, otros que había escuchado a un lacayo que dormían en la misma cama madre, marido e hija, vamos igual que con los wasaps que corren en estos días por la prensa y entre los paisanos avisados.

Enterada doña Inés de que estaba en boca de todos los vecinos incluso algo se hablaba en el telediario de Antena 3 que dirige un tal Vallés, arremangándose las faldas dijo a una señora de compañía, vamos Jacinta que vamos a publicar un bando, y así lo hizo la señora y hasta en el Extremadura cuando era periódico serio, tuvo un aparte, en el bando de doña Inés, invitada a todas y todos lenguarones, lenguaronas, buleros y buleras, mentiros y mentirosas, a presenciar el parto en vivo y en directo, tanto interés dejo la noticia que hasta Ana Rosa quería hacer un directo, pero días antes del evento le dio un tabardillo y lo tuvo que dejar pasar, todos apreciaban que a edad tan avanzada era imposible quedar preñada.

Rompió aguas doña Inés “La Rabiosa” y al punto que tenía concertada marchó corriendo, dice el cronista, pero yo creo que no corría mucho, en fin, el sitio era ni menos ni más que la espectacular Plaza Mayor trujillana, donde para el acontecimiento tenían previsto una carpa, recuerdo que por aquel entonces don Francisco Pizarro, todavía no había pensado emigrar al Perú, es más creo que no había nacido aún.

Estaba todo preparado, galeno y comadrona, doña Inés en el punto del no retorno espatarrada en la silla de partos, de frente y como si de una obra de teatro se tratara, todas las vecinas que así lo quisieron, todas señoras de calidad sentadas en cómodas sillas asistían con cara divertidas al parto, en la puerta de la tienda, los caballeros de la villa con espada al cinto para vigilar no se produjera engaño ninguno.

Y asi de esta manera doña Inés Sánchez tapia, viuda de Gironda, casa en segundas nupcias con don Martin Alonso de Hinojosa, trajeron a este mundo cruel delante de toda la villa a un muchachito, robusto, acallando todos los bulos mentiras sobre “la Rabiosa” brava mujer donde las haya, ya no quedan mujeres así.

Más dirán que pasó con el niño que pasó, pues que el chiquillo andando el tiempo se convertiría en un excepcional paladin, caballero sin par, valiente como pocos y hombre de honor, que tuvo y mucho que ver con las luchas por el poder en el Maestrazgo de la Orden de Alcántara, y cuyo nombre fue don Francisco de Hinojosa, que casó con Juan de Solís, que aunque no lo querían la familia de la chica, sucedió que cierto día doña Juana le puso en la cuerda en su balcón y… pero esto, esto es otra historia

Agustín Díaz Fernández