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DE "MERCAILLOS Y BRAGAS"

  • Foto del escritor: Llopis Ivorra-AgustinDiaz
    Llopis Ivorra-AgustinDiaz
  • 24 mar 2020
  • 3 Min. de lectura

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

En el “mercaillo” de los miércoles, de tenderetes de hierros y lona, no hay cosa que lo iguale con sus producto imitados y sus vendedores con sorna, donde de todo puedes comprar con sus ofertas de precios y sus gangas que jamás podrías soñar, ni en tus mejores sueños, con unas prendas tan baratas quien no sale a la calle bien tapada, arropadita y casta ,señora por ¡un Leuro tres bragas.

Encuentras puestos de ropas, de vestuario y sus complementos, mira que bien te queda este vestido, este vestido pero si no me gusta el color de ese color bermejo, y ese collar haciendo el adorno más bello, y ese cinturón con esos zapatos tan lindos y todos con este bolso a juego, todo de imitación, aunque parezca de lo bueno ¡Ay María mira si no tienes bastante que la mañana se está poniendo parda, yo te vendo y de verdad que no miento y tú no me dejaras que lo haga por ¡ un Leuro tres Bragas ¡

Te encuentras frente al puesto de frutas, con sus amarillos melones, que buena pinta tienen, cógelos de piel de sapo que suelen salir mejores, grita a voz en cuello recomendándotelos el gitanillo que a lo que se ve es el dueño y que queriendo agradar que le compres se queda sin resuello, con sus rojos tomates, con sus melocotones amarillos, todo a precio de saldo todo al baratillo, quien se resise a comprar si te lo venden con el alma, si te lo meten por los ojos, a ver quién se queda con la gana y más si te lo dicen por las bravas, señora por ¡ un Leuro tres Bragas ¡


Pasa al siguiente puesto, que aquí de ropa de hombre se trata, mira este chaquetón y esos pantalones de pana, y que colores más chillones para lucirlos en cena de gala, mira que camisa de mil fantasías y de mil fantásticas rayas, pues anda que esa chaqueta roja, roja como la grana, que , no quieres estos zapatos de piel de antes, de antes de que, de antes de que lo comprara, no ves que por ese precio tiene que ser la piel, pero de piel muy rara, así como de piel de culo de indio desde rara, pero aprovecha ya que estamos aquí si alguna cosa te gustara, pero recuerda , quien no se lleva para casa por ¡ un Leuro tres Bragas |

Y sigues pasando puestos, porque hay muchos que pasar, y sigues mirando cosas, cosas que no has de comprar, una maceta que bonita, mira ese edredón, pues anda que esa camisa, mira qué curioso jarrón, oye prueba este queso que es de degustación ¡Ay señora, pero es que no va Vd. a cómprame nada, que lo tengo baratito déjate de tanto mirar que mi precio nadie iguala, mira que te doy mujer por ¡ un Leuro tres Bragas ¡

Ahora en un puesto de aceitunas, que te ofrecen a probar, unas con sus guisos endulzadas otras con sosa guisadas, unas con su sal ,su orégano y un poquito de tomillo salsero aliñadas, todas ellas con agua pura de manantial, otras de pimientos rellenas, otras de anchoas de la mar, pero cuando estas para apreciar comiéndolas su calidad, con una musiquilla celestial de la que se te mete en el cerebro de la que se tarda en poder olvidar, se escucha una cancioncita a grito cantada con voz Argentina de lo clara, señora por ¡ un Leuro tres Bragas ¡


Recuerdo de hace unos años, de unos años lo recuerdo y aunque por recordado no lo calle , y es que el mercadillo y por cuestiones de logística lo ponían en mi calle, lo recuerdo si y más en esos meses de veranos y siendo todavía de madrugada, llegaban los comerciantes y sus mercaderías descargaban, con grandes porrazos y ruidos que atronaban hasta el alba, esos Chichos y Changuitos que competían en las casettes de las “fergonetas “puesto el dial de la voz a toda marcha, y yo, yo con las ventanas abiertas porque el calor así lo reclamaba, esos gitanillos dando voces comentando cada uno sus rebajas y tu Paco hoy que traes, yo para hoy por ¡ un Leuro tres Bragas ¡


Agustín Díaz

 
 
 

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