EL AGUA DE CÁCERES-I
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 10 ago 2022
- 6 Min. de lectura
CÁCERES Y EL AGUA
I
Crónica desde la Calle Cuba de mi Llopis Ivorra
De siempre es sabido por estos pagos, cosas de juan español, que al acordarse de la solución para un problema este ya no lo tiene, a la solución me refiero, y ya sea en épocas de bonanzas como en la de escasez, el problema del agua sigue existiendo, y van muchos años ya, siglos de especulación tratando de paliar la venida del agua a la villa cacerense, que abastezca del líquido elemento a la vecindad, en cierta ocasión hablaron los que decían tener la solución, de traer las aguas de las Sierras de Montánchez, alejada de nuestra ciudad en unas diez leguas y media, más este proyecto quedo estancado en el cenagal de algún cajón de despecho de regidor.
LA TRAIDA DE AGUAS A CÁCERES
Declarado desierto el concurso de Montánchez
Cáceres, se surtirá abundantemente de agua, pero no con el proyecto del Sr. García Farías.
El problema del abastecimiento de Cáceres, ha entrado en una nueva fase, de la que es probable salga la solución definitiva.
En la sesión que se celebró el lunes, la comisión permanente municipal, declaro desierto el concurso anunciado para contratación de las obras de proyecto de traída de aguas, desde la sierra de Montánchez. Proyecto al que se le han demostrado cumplidamente las deficiencias que tiene, la más capital de todas, la de no poder afirmarse categóricamente, que en Montánchez haya aguas suficientes para el abastecimiento de la ciudad.
En consecuencia, el dictamen de la permanente, declarando desierto en concurso, ha pasado ya a la comisión de aguas, para cumplimentar los trámites legales.
En esta situación, hemos preguntado al alcalde Sr D. Arturo Aranguren, sobre el problema, para conocer su opinión.
Manifiesta, que continúa manteniendo sus afirmaciones, el proyecto de Montañez es irrealizable, por otra parte, Cáceres necesita aprovisionarse prontamente de aguas, esta necesidad es apremiante y no admite más demora, por lo tanto, será otro el proyecto que se estudie, descontando el del Sr Farías, toda vez que con el de Montánchez, no se conseguiría ni un abastecimiento de agua inmediato ni en abundancia.
Podemos afirmar, que se están estudiando diversos proyectos que se han anunciado, estos serán a base del aprovechamiento de las aguas del Marco y de las Minas, sobre los que se delibera en comisión de aguas, para acordar sobre ellos, la decisión oportuna
Diario Nuevo Día. Cáceres
Cáceres 1 de diciembre de 1.926.

Más el embalse que se construyó para la ocasión fue el llamado del Guadiloba con fecha de 9 de julio de 1970, y se pensó terminado el asunto de las aguas de Cáceres, más al poco, este embalse resulto de poca capacidad para la crecida en el número de vecinos, y entonces se buscó el remedio fácil como el trasegar el agua desde el rio Almonte, que aunque con deficiencias tendía a paliar la sequedad de las gargantas cacereñas, pero como es normal en esta villa de gente rancia y acomodad, en los mentideros surgieron las críticas, que si bebíamos los meados de los de Toledo, que si esto que si lo otro, que si resultaba caro esas bombas para el trasiego, que si cuando baja el nivel bebemos cieno y barro, en fin, mucho desocupado y funcionario aburrido, que solo usan las redes sociales para el medrar, y molestar tirios y troyanos, que en cuanto se le acerca cualquier politiquillo, aunque sea el más inútil de la papeleta corren a besarle la mano.
Y hasta hubo técnicos del asunto, gente avisada y muy estudiada en la materia, que dijeron haberse encontrado la solución, y esta era el construir una segunda presa, en el mismo cauce del Guadiloba, un poco más debajo de la actual, con la intención de embalsar las aguas sobrantes cuando las crecidas hacen abrir las compuertas y las de los sumideros de seguridad, más al parecer no tuvo fortuna esta idea, aunque no está descartada completamente, y como no, la gente pensante acordó para terminar de una vez con este problema del agua de un embalse situado al quinto coño, situado a más de trece leguas y media, una obra faraónica, aquella de intentar la traída del agua del embalse de Portaje, faraónica, cara y fallida, tras quedar enterrados muchos millones de euros por el camino, millones que quizás empleado en otros estudios y en otras obras más cercanas lo mismo hubiera tenido el éxito que se buscaba, si no recuerdo mal fue la época que la señora doña Carmen Heras ocupo el sillón principal del Concejo Municipal, como primera edil, y el proyecto debió de entusiasmarle, porque la hemos oído defenderlo casi o sin casi con apasionamiento, si se me permite la expresión, más aquella opción no triunfó por la lejanía y los desniveles que tenía que sufrir el agua hasta su llegada a la capital de la provincia, 65 kilómetros de terreno muy irregular por lo abrupto, trece leguas y media, trece, pero técnicos haberlos los hubo, señores con sus carreras y sus estudios terminados, señores listísimos allá donde los haya, que dijeron ser viable el asunto, y se pusieron manos a la obra, de enterrar millones y millones y más millones de euros, que curiosamente ninguno era de ellos, esta gente suele tirar con pólvora del rey, y si no sale como no salió, ¡la culpa!, pregúntele al tío Marulan.
Y sucedió como ha solido suceder tras los intentos fallidos, que en todos los mentideros ya oficiales ya oficiosos, pasando por bares cafeterías y tabernas, desde la esquina del bloque azul hasta casa Cacharin, en Cáceres volvió a hablarse de que con el agua del calerizo y las minas, de sobra habría, que de siempre se sabía de una vena de agua inagotable que corría bajo nuestros pies, por ser terreno calizo, a la sazón don Joaquín Castells, hizo un estudio sobre a cuenca fluvial de estas agua, allá por el año de 1890, y resultó que:
EL AGUA DE LAS MINAS
La cuenca fluvial de las aguas de las minas, está constituida por una franja de terreno calizo de un kilómetro de anchura por tres de largo, resultando una superficie de tres kilómetros cuadrados aproximadamente, y cuyas lindes ocupan:
Camino viejo de las Corchuelas al Noroeste, la pizarra que se observa a mitad del cerro de Cabeza Rubia y el centro de la Cañada, hasta la casa de Santa Ana al Noreste, y la barrera de los alcoces, continua de las minas y era de las Corchuelas al Oeste, sucede que, en esa cuenca y por término medio al año recibe en forma de agua de lluvia 1.671.000 m3.
Si se tiene en cuenta que la superficie de la cuenca es casi en su totalidad de piedra caliza y que pongamos, la tercera parte del agua llovida es de 557.000 m3, y que repartidos en una corriente uniforme durante todo el año, darían un caudal de 63 m3 por hora, es decir 17 litros por segundo, cantidad igual o muy parecida que la que corre por la dehesa proveniente de la mina San Salvador, y siendo esta la que ha sustituido a los caños de Santa Ana, y que para la extracción del agua del pozo, las maquinas trabajando intermitentemente, llegaban a extraer un caudal entre 30 y 40 litros por segundo, y sin tener en cuenta que este venero estaba en la creencia de ser inagotable y sin limitaciones de cantidad, precisamente de ahí, surgió la idea de abastecer la ciudad con aquellas aguas, habiéndose comprobado que efectivamente y en el supuesto de que el agua fuera potable, este caudal daría para abastecer y de sobras el consumo de Cáceres, y aunque elevada de costo su extracción, elevación a la cañería general, el problema del agua de la ciudad, quedaría resuelto de una vez por todas.
Pero sucede que estas aguas no son aptas para el consumo, al no ser potables para el servicio de boca, les recuerdo que estamos ante un estudio hecho por don Joaquín Castells en el año de 1896.
Y se da la circunstancia, de que, para extraer esta agua de la mina, de cerca de sesenta metros de profundidad, y para ponerlas en nivel para la ciudad, es necesaria una elevación de 20 metros más, y siendo el gasto de una elevación total de 80 metros, más elevado que el coste total el agua, un agua que en definitiva solo podría utilizarse como riego y limpieza.
El coste de la elevación de 17 litros por segundo, trabajando doce horas diarias es:
2,5 toneladas de carbón para la maquina de vapor- 15 duros día
Gastos personal, grasas etc. Elevarían a 20 duros el gasto diario, que sin contar con el redito y amortización del capital necesario para obras, elevación y conducción y distribución del agua que seria de unos 60.000 duros, y que, por todo, la ciudad tendría que pagar a la empresa concesionaria unos 120.000 duros por año, para que el negocio no resulte ruinoso.
¡ah, pero se nos hizo muy tarde y los fogones sin encender, y todavía queda agua para dar y regalar en Cáceres. En el próximo capitulo seguiremos con las aguas de las fuentes de Cáceres.
(Fuentes Joaquín Castells-Aguas)
Agustin Díaz Fernández
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