EL PESAME

La crónica desde la calle Cuba de m i Llopis Ivorra, hoy esta triste , triste porque va a dar un pésame

Al alba, si definitivamente sí, es al alba cuando se iluminan las luces de mi Llopis Ivorra, curiosamente es a esa hora la del alba, a esa hora indefinida que es tarde para acostarte y temprano para levantarte, es esa hora en la que te ven llegar los vecinos y dicen ¡mira Julián que buen marido es Agustín madruga para traerle churros para el desayuno de Toñi, y Toñi. Esta tras la puerta con la escoba esperando a ver de dónde vienes de vuelta a esas horas, son esas horas las que preceden al amanecer y solo encuentras por las calles a la gente de la limpieza viaria, panaderos y algún que otro que salió a por tabaco se encontró con un amigo y se lio, y se lio, ya saben Jonás estuvo por ahí, tres días con sus respectivas noches, cuando volvió dijo que una ballena y tal y la señora le creyó. Ahora llegas tu un cuarto de hora tarde y ya le puedes decir lo que le digas a tu compañera que te va a creer si, al mes que viene.

Es al alba a mi estas cosas me suceden al alba, después de una larga noche de insomnio, de escuchar la radio de dar vueltas en la cama, de levantarte y asomarte al balcón y todo ello con la precaución de no molestar a tu compañera que descansa a tu lado, es cuando encontrándome en duerme vela acuden a mi memoria sucedidos y chascarrillos digno de ser conocidos por una buena pluma que los eleve al papel, mientras eso ocurra me atrevo yo a hacer un esbozo de estas historias que aunque parezcan lo contrario son verídicas como la vida misma, casos curiosos que me pasaron en primera persona unos y en tercera otros y yo los cuento a mi manera tratando ser lo más fiel posible a la verdad de lo acontecido, tengo que indicarles que yo al compás que pienso estas historias y las escribo me harto de reír yo solo y para comprenderlas bien hay que ponerse en situación, ya digo que unas actúo como espectador y otras como protagonista que yo también las he liado parda ,desde mi nacimiento me vienen pasando cosas y casos como por ejemplo nací un ocho de Diciembre y me bautizaron el 24 del mismo mes, todos esos días hubo fiestorro música y borracheras en mi nombre y a mi salud, tanto que mi padre y el cura y el padrino ,llegaron al bautizo aparte de borrachos con la cara llena de negrales y heridas que se habían caído a una zanja de madrugada, pero que digo ya estas desvariando esa es otra historia.

La del alba era si, seguro que era la del alba, ya había oído del gallo su canto, el cuarto canto seria, si a el gallo del amanecer cuando menos una vez, a propósito en la barriada de las trescientas junto a la mía, barriada esta de casas bajas con patios antes se escuchaban más cantar a los gallos, debe ser que con esto de la crisis ya no quedan gallos, solo hay pollos, y todos en el paro, pero como decía era la del alba de esta misma mañana cuando a mi mente acude el recuerdo de una historia o un sucedido que pasó hace unos añitos, digno de las más altas comedias del absurdo y dignas de ser contadas por un monologuista.

Tenía un compañero y digo tenía por qué hace un par de años que se jubiló, así como ocho o diez años mayor que yo pero compañero al fin , de muy buena presencia por su presencia y su buen color de cara pero con un defectillo, y era que le costaba un pelín agacharse para trabajar, eso sí daba el pego a cualquiera que no le conociera y por eso precisamente no digo el nombre, era de esos zánganos que jamás ganarían un concurso de zánganos por no molestarse en ir a presentarse. Como a esta gente se le conoce en seguida en vez de contestarle los buenos días la respuesta era, a quien entierras hoy, y es que todas las tardes o casi el hombre tenía algún entierro y ya de buena mañana avisaba, esta tarde no puedo venir se entierra fulano o mengano, yo creo que algunos los enterraron varias veces o al menos el nombre a mí me sonaba, claro es que por aquellos entonces en Cáceres nos conocíamos todos o casi, unos compañeros decían que era un tipo de familia muy larga, otros decían que conocía a mucha gente ,otros abogaban por que era muy cumplido y yo apostaba todo a que era cura, si Cura Presbítero Mosén como prefieran, encubierto pero cura al fin si no, no era posible asistir a tantos entierros.

Una mañana al llegar al trabajo y dar los buenos días, la pregunta fue a quien enterramos hoy, ¡ me miro, con la misma cara que si le hubiera metido las cabras en el corral, y si no me mató fue porque tenía que hacer algo de esfuerzo, al rato y después del cachondeo de rigor cuando se le pasó el mosqueo y me dijo, tú te tomas todo a cachondeo y no respetas a nadie eh, pues se ha muerto Pepe el del bar las Vegas, ¡ carajo este hombre era muy conocido por regentar el bar las Vegas en la antigua carretera de Medellín hoy Avda. De Cervantes esquina a calle Colombia del ilustre barrio del Sr. Obispo Llopis Ivorra, y digo ilustre barrio porque ilustre son las instituciones no las personas, como va a ser ilustre en presidente de gobierno si está bajo sospecha, ilustre será la institución es decir el gobierno de España, en fin al salir de trabajar decidimos tres compañeros y yo acércanos a su casa para darle el pésame a la viuda y a acompañarles un rato a ella y a los hijos, el hijo mayor era amigo mío, nada más llegar al barrio ya nos pareció raro que el bar estuviera abierto y dije lagarto, lagarto, pero seguimos hasta la casa que vivía poco más allá en la calle Ecuador, nada más entrar en el bloque de pisos sentimos música de radio bajar por las escaleras, ( ayer se fue cogió sus cosas y se puso a navegarrrrrr) ¡ coño que poco respeto dijimos y más cuando antes a los muerto se les velaba en casa, no existían los tanatorios, seguimos subiendo y la sorpresa fue más grande cuando al llegar a la puerta oímos que la que cantaba era la “viuda,”¡( y se marchó y a su barco le llamo libertadddddd ) ¡ ¡ madre del amor hermoso, que risas yo me tuve que agarrar a la barandilla para no caerme que dolor de estómago de las risas los compañeros también claro, joder que mal rato pasamos..

(¡Y se marchooooooo )¡ Debió de ser el escandalo regular y el ruido que armamos por que la “viuda” nos abrió la puerta, y allí estaba ella con un pañuelo a la cabeza y remangada con la radio a toda pastilla haciendo limpieza , bueno pensé yo, hay tíos que en la calle parecen una cosa y en casa son unos hijos de puta maltratadores para los suyos que cuando se mueren en vez de estar apenados los dolientes parecen que les han quitado un peso de encima . Después de mirarnos con cara rara yo creo que pensó que nos reíamos del cante de ella, nos dijo que pasáramos al salón, y hacia allí nos encaminamos con un poquito de mal rollo por lo de ver al difunto, y cuál no sería nuestra sorpresa que nos lo encontramos sentado en el sillón con una botella de vino y unos boquerones en vinagre viendo los toros ¿a quién creen Vds. Pues sí, si y aciertan, al muerto allí tan feliz y contento, allí otra vez el ataque de risa y el matrimonio cada vez más mosqueado mirándonos reír sin decir nada, coño si era para haberle visto las caras ¡ gen santa que mal rato, luego vino la vergüenza y la hora de las explicaciones pero no conseguimos quitarles el mosqueo al matrimonio, pues anda que nos les quiero decir nada al día siguiente en el trabajo, al día siguiente digo los años siguientes, intenten ponerse en nuestro lugar ya verán cómo se ríen tenían que habernos visto, todos en la mesa camilla con un vinito y unos boquerones viendo los toros, ¡ Vive dios que cosas....

Era vedad que el hombre había estado malito y es verdad que se murió pero pasado algunos años, que aquí ninguno nos quedaremos para simiente, y para que vean, la que murió fue la presunta viuda al poco tiempo de esta historia, el que lea esto y si ha leído el gato y el velatorio comprenderá por qué cuando voy a sitios de estos se me caen las lágrimas de la risa, que me perdonen los dolientes pero de verdad que jamás esta en mi ánimo es ser irreverente, no puedo evitar recordar este pésame.

Agustín Díaz