EN CASA DEL POBRE
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 30 mar 2020
- 5 Min. de lectura
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra,
Hoy se hace eco del refrán, en casa del pobre las alegrías duran poco, por eso quiere traer a coalición una historia real, tan real como la vida y es que jamás a un pobre se le puede hartar de pan
Todo iba de mal peor hasta que la cosa empezó a empeorar, si suele suceder si, que en la casa del pobre hasta el pan recién horneado tenga sabor soso, amargo, debe ser por la falta de costumbre, hasta el manjar más rico del mundo le sienta como un tacto rectal, y más a un pobre, lo de la comida digo, más que nada por la falta de costumbre, además nos ponemos malos por aquello del atracón y por eso de que no hay nada más hijoPuta que un pobre harto de pan, "jarto que diría un castizo”, debe ser por eso por lo que el dios de los católicos les da mocos al que no tiene pañuelo, o pan al que no tiene hambre, o zapatos para el que no tiene que caminar, ese dios que imaginan los católicos creyentes, ese, por mi casa no ha pasado, o si ha pasado yo estaba en la cola del paro.
Una vez conocí a un personaje en mi Llopis Ivorra, y que todavía sigue viviendo en el barrio, que por aquello de las posibilidades del juego, el hacedor de la casualidad y el tanto de suerte mala o buena pero ciertamente suerte que cada uno tenemos marcado en la frente y a fuego desde el minuto uno en que la comadrona o comadrón, nos das las primeras hostias, primeras de las muchas que la gente humilde tiene que acumular en su zurrón en el recorrido por este mundo de maldad, hipocresía y ruindad, y encima nos toca sufrir en esta Extremadura de miserias, la miseria y el hedor a montuno de un consejero traidor, y lo que es peor traicionando y mintiendo a familias que sufren y a niños desvalidos, solo le deseo que lo sufra en sus carnes, pero no, porque entonces pondría remedio pronto y bien y saldría en los papeles como un personaje progresista y defensor de los derechos del menor y tal, pero... que le den, ya lo pagara en las urnas y en su conciencia que lo dudo, estos personajillos tan ufanos hoy de su socialismo son los de derechas de ayer, de la calaña de escopeta y perros, felones de los de su misma condición, pero leches si prometí no hablar más del tema, lo siento me puede la pasión y la injusticia. Joder este es otro tema, este es un tema de gente sin alma, sin corazón así como de perros cimarrones. Yo les hablaba de que conocí a un tipo que por aquello de las posibilidades de la diosa fortuna, le tocó a los boletos una cifra parecida a doscientos millones de las antiguas pesetas, de aquellas cuando el dinero tenia valor, fíjense lo que es decir tengo doscientos millones de pesetas a decir tengo 1,3 millones de Euros, coño no hay color, figúrense el valor de aquel dinero, el valor de tener pagado el recibo de Santa Lucia para ti y los tuyos por muchos años que vivan en paz y armonía, pero no, el sujeto del que les hablo lo primero que hizo fue largar a la mujer de la casa común, ya ven como si su compañera tuviera la culpa de que la suerte le sonriera, la fortuna no entiende de dignidad, es como un político cualquiera , que a la suerte también ya le vale sonreír a estos personajes, más dignos del pasaje del infierno de la divina comedia de Dante, pero al contrario que el no tienen a un Virgilio que les acompañe para ayudarles en el periplo de su viaje por esta tierra inhóspita, yo si me hubiera tocado a mí tal cantidad de dinero, al menos habría llevado a mi compañera y a los míos a visitar un Domingo el museo Vosstell, en el vecino pueblo de Malpartida de Caceres,que dista unos diez kilómetros de distancia de la capital para después comer de menú en el restaurante la Piedra, y llegado el verano algún Domingo que otro llevarlos a bañarse al rio Salor, que por otra parte es de gratis, pero no puede ser, es lo que tenemos los pobres que alimentamos nuestras fantasías con imposibles. pues sí, después de echar a la mujer de casa, salió a las calles cacerenses, a gastarse su dinero, porque suyo era que para eso era un protegidó de los dioses y de los desajustes de asuntos de la vida, que a algunos su dios les ayuda a subir la montaña, y a otros nuestro diablo ,nos ayuda a bajarla pero de cabeza, y por el precipicio de esta estación de la vida en la que solo falta que algunos quedemos en estado de buena esperanza, por qué otra cosa ya, pero como decía este caballero se tiró no al monte que eso es cosa seria, si no a las calles de Cáceres a derrochar lo ganado sin conocimiento ni mesura en cosas banales, como puterio timbas y demás sitios prohibidos sobre todos los de las lucecitas de colorines y señoritas que fuman, y en comprar nuevos boletos a todo lotero que se le acercara, y si, esa diosa Fortuna tan caprichosa como puta, o porque la suerte estaba con dolores de menstruación volvió a sonreírle, con menos cantidad pero ciertamente un potosí, no me hagan mucho caso pero súmenle a lo anterior al menos otros veinticinco millones de aquellas pesetas, y es lógico que al que no tiene nada porque le viene de herencia desde la casa de la maternidad, cuando sale el sol y ya que sale para todos y de momento es gratis, gusta de ir a tomarlo a cualquier resolana , pero en meses cálidos ,no ,en el mes de Agosto y en la cerca de las retamas junto a mi Llopis Ivorra, y pasó lo que tuvo que pasar, que se dio tal atracón de comer cosas prohibidas que la diarrea mental le condujo a la UCI, pero sin sabanas que hasta eso perdió en el envite, de querer emular a potentado y aquellos señoritos que señoreaban por la ciudad cacerense .
Para la gente humilde, y de mente simple de tratar de volar como Ícaro era demasiado , y le paso como a este que, el calor de la resolana se le derritieron la alas , y como los ajos al año , el dinero se le pudrió, se le pudrió, al compás que su mente porque el parné ya lo había dilapidado en pagar juergas a los demás, amigotes y gente de la farándula que se le adherían cual lapas todos los días , como parásitos , como garrapatas a chupar sangre de idiotas sin fronteras, dilapidó tanto y sin conocimiento y sin saber guardar para el invierno que de pronto se vio en la calle sin dinero sin amigos y con los mismas alpargatas de cuando era feliz en su pobreza, derrocho tanto en tan poco tiempo que no le dio tiempo a disfrutar de su derroche...

Agustín Díaz
(PD, después de todo lo pasado y de la humillación sufrida, la mujer lo tuvo que recoger para que no se viera tirado en plena calle y despreciado por todo
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