ESO NO ME PASA A MI
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 1 abr 2020
- 5 Min. de lectura
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra,
Pensaba aquella mañana, mientras miraba sin ver a través de los cristales de las ventanas de mi salón ,había pasado una noche en negro, escuchando la radio , una noche de sabanas revueltas por el insomnio , intuyendo a su compañera en el otro lado de la cama sollozar bajito, mientras el con el alma destrozada sintiéndose el único culpable y sabiendo que por mucho que lo fuera era incapaz de encontrar una solución, con las maletas preparadas con todo lo que pudo guardar para largarse, solo esperaba que amaneciera y que todo terminara de una vez, sus sueños sus esperanzas, su vida entera se quedarían atrás, tarde para empezar de nuevo demasiado pronto para volver a empezar, ya por la ventana de dormitorio empezaba al alba a clarear.
Eso jamás me pasará a mí, decía a su compañera el día que sus vecinos les contaron que les habían enviado la carta de despido, no eso no me pasara a mí, eso les pasa por que no quieren trabajar, se está mejor en el paro comiendo la sopa boba, no ves mujer que no hacen ni por buscar trabajo, decididamente eso no me pasara a mí,
Los niños jugando por la casa al escondite entre los armarios vacíos, aquel día andaban más revueltos de lo normal, sabiendo que algo pasaba sabiendo que ese día no era igual a otros días normales, habían decidido que no les llevarían al colegio la noche anterior, y ya estaban arrepentidos no por el bullicio no, por eso no, era por el dolor que les influirían, que quizás le marcarían de por vida de vergüenzas dolor y rencor.
No eso no, eso jamás me pasara a mí, cuando los vecinos con cara de tristeza se acercaron a despedirse, se iban a vivir a casa de los abuelos, después de dos años de buscar trabajo infructuosamente y ya sin subsidio de desempleo ni ninguna otra ayuda les desahuciaban el piso, aquel piso donde fueron felices, pero no, eso a mí no me pasara jamás, te das cuenta como no querían trabajar, hasta el paro se les acabó y ahora a vivir de sus padres y a comer la sopa boba, eso a mí no , jamás.
Ella en la cocina, lavando las tazas de los desayunos despacito con la paciencia de la rutina y de las cosas bien hechas, no tendría por qué hacerlo ese día no, pero ella era así, le gustaba el orden y la limpieza, nunca dejaba nada al azar, siempre decía que todo limpio y recogido, no por nada, solo por lo que pudiera pasar , terminada la faena se seca las manos en el mandil y se sienta en una silla en la cocina se lleva las manos a la cara y entre lamento y lamento piensa, como esto me puede pasar a mí.
El , sentado en su sillón favorito, fumando un cigarrillo tras otro, y eso que en casa no acostumbraba a hacerlo, en silencio con la mirada perdida, no se atreve ni a regañar a los críos y eso que el alboroto es regular, pero que más daba, ese día era un día especial, piensa cuando llevaron a sus familias y amistades a enseñarles el sitio donde compartirían sus vidas, ella la cocina y los dormitorios el ,el salón y las vistas, una bonita vivienda en un barrio nuevo pero de gente trabajadora y de precio más que accesible con una hipoteca , que con algunas estrecheces se podría pagar, alguna hora extra en el trabajo y ya está, la ilusión de cualquiera para fundar una familia.
A través de la puerta entreabierta, siente que no ve, los llantos y sollozos de la mujer y el con los ojos anegados de lágrimas y con el disimulo de por si los niños lo miran , piensa en esos muebles del salón, esos sillones las sillas el sofá, el dormitorio de los niños, antes una cuna cuando el primero llego, todo pagado a plazos se acuerda de cuantas letras firmó, hasta el plasma del televisor, bueno ese aun por pagar lo compro para ver junto a los suyos como España ganaba el mundial, la estantería que era su orgullo con sus libros comprados a una vecina delegada del Círculo de Lectores, otros que hacía poco lo mismo que a él le pasaba ahora, el que la vio salir y no hizo ni dijo nada solo pensó, eso no me pasara a mí.
Los chiquillos desde muy temprano y al enterarse de que no iban al colegio no paraban de jugar, ahora estaban dando vueltas juntos a las dos grandes maletas donde guardó todo lo que pudo y de más valor, contaban que fueran conscientes y le dejaran volver a por más, pero no podía esperar nada de nadie, nadie le podía ayudar, no tenía donde ir en casa de sus padres, están su hermano y su familia malviviendo la pensión del abuelo no da más de sí, tendría que vivir con muchas estrecheces todos, ya solo quedaba esperar totalmente vestido solo para ponerse el gabán, colgado en la percha junto a la entrada, a mano donde los chiquillos sabían que rebuscando en el fondo de sus bolsillos siempre encontrarían alguna chuchería, mientras la mujer llora y solloza en la cocina y piensa, como esto me podía pasar a mi.

Llaman a la puerta- ya voy- D. Marcelo – si yo soy - oiga venía a. -.ya ya, denos un ratito por favor un ratito más- Vale una hora, venga nos vamos a desayunar y ya sabe una hora nada más.
Vuelve a su sillón, la mujer ya no puede controlar en llanto y abrazada a los chiquillos es imposible parar, los niños le preguntan qué le pasa a mamá, no contestan no tienen nada que contestar, y piensa en el día que empezó todo, un día normal llego al trabajo a su hora con toda puntualidad, al verlo llegar el director de personal le dijo no subas ven que tenemos que hablar,- que ya sabes que dicen los jefes que hasta aquí hemos llegado la cosa esta muy mal, que no te preocupes que tu derechos no te faltaran,- pero si tenemos mucho trabajo.- Ya ves dicen que la competencia, os vais seis a la calle, pero yo no te he dicho nada eh, contratan a personal más joven les pagan una miseria y figuran a media jornada, lo siento que quieras que te diga yo aquí no tengo nada que ver, ganándome el pan, y tú con tu experiencia y conocimientos no tardaras en encontrar trabajo, si quieres referencias los jefes dicen que te las dan.

Aquel día al llegar a su casa y contarle lo ocurrido ella lo consoló, no te preocupes te lo tomas como unas vacaciones ya encontraras trabajo y seguro que mejor, el Señor proveerá, y más con tus conocimientos si tus jefes te dan referencias pronto encontraras un trabajo mejor que el que tenías y mejor renumerado, ya veras, ¡ cuantos currículos entregados cuantas entrevistas de trabajo, cuantos Vd.-me gusta es el perfil que andábamos buscando, ya sabe deje la dirección y ya le llamaremos si eso, tantos días de llegar a casa cansado de patear las calles pero con muchas ilusiones, mujer hoy estamos a veintitantos a primeros de mes, ya sabes hoy estamos a diez lo mismo para el quince que a esta gente les gusta los números redondos, así un día un mes un año y otro después, ya no tiene paro y los ahorrillos se los gastaron en comer, y lo peor es lo del banco que encima que le quita la casa tiene que seguir pagándola y piensa esto como es , que será ahora de sus vidas, dice mirando a los suyos sin ver, llaman a la puerta ya es la hora ya llega el secretario judicial se acuerda de otros tiempos cuando iba o volvía en la seguridad de tener trabajo y un salario más o menos decente , y cuando miraba de reojo a los parados y le importaba poco cuándo veía imágenes en el televisor de otros desahucios y siempre pensaba lo mismo ,pero eso a mí que , ¡ eso no me pasa a mi..

Agustín Díaz
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