ALONSO DE MONROY-CÁCERES (XV)
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 11 abr 2022
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Actualizado: 4 abr
HISTORIAS CACERENSES
ALONSO DE MONROY
Clavero de la Orden de alcántara XV
La virtud hizo á Tullio ser nombrado,
A Scipion y Annibal la valentia ;
Otros la vieja sangre a leuantado
Cada qual á el blason por cierta via:
El nombre de Monroy solo a juntado
Virtud, sangre, y esfuerço y cortesia:
(Alonso de Maldonado-Hechos de Alonso de Monroy 1492
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Vida de Alonso de Monroy
El capítulo anterior lo dejábamos con:
En estos tiempos como la Duquesa de Plasencia y la Condesa de Medellín siguiesen la parte del Rey de Portugal, tuvieron voluntad de tornar a tomar a Trujillo, y tambien porque supieron al Maestre estar mucho ocupado en la guerra de los portugueses, y luego vinieron a Trujillo con mil y doscientas lanzas, Luis de Chaves defendió la ciudad cuanto pudo, como muy buen caballero, porque era a quien el Maestre la habia dejado encomendada para que la tuviese por los Reyes Catolicos, pero al fin no le aprovechó nada. Los capitanes de la Duquesa y de la Condesa entraron y tornaron la ciudad, y Luis de Chaves se retrajo a su casa con sus deudos y de allí fue cercado y combatido mucho.
Y Sucedió a esta sazón que el maestre Don Alonso de Monroy, habiendo tenido muchas peleas con los portugueses, y habiendolos escarmentado mucho, no habia ya que hacer, y así se partió para Montánchez que quiso tener el invierno allí, y Luis de Chaves, viéndose con necesidad grande de socorro y sabiendo que el Maestre era venido a Montánchez, mandó un mensajero haciéndole saber lo que pasaba, suplicándole en todas maneras le socorriese, este mensajero tomó el capitán de la Duquesa, y abriendo las cartas vieron que demandaba socorro, y ellos le dejaron ir al Maestre diciendo:
“agora veremos que hará el ciego”
Porque tenían nuevas de que el Maestre habia perdido alguna gente en las peleas que habia tenido, y que en Alegrete dejaba cien lanzas y otros tantos peones, y a Rodrigo de Monroy y Pero Rodríguez de las Varillas, estos dos por capitanes, de manera que ellos estaban bien sin miedo de él, pero con todo esto enviaron espías tras el mensajero de Luis de Chaves para ver el Maestre que hacía.
Más llegado el mensajero de Luis de Chaves y vistas las cartas por el Maestre, dijo al mensajero que aquella carta habia sido abierta , que dijese quien se la habia abierto. y el mensajero dijo la verdad, y el Maestre dijo que dijese a Luis de Chaves que se detuviese, que él le socorrería de ahí a veinte días, y que para entonces ya tendría la gente junta, y por carta lo escribió así á Luis de Chaves, y él se bajó de la fortaleza al lugar de Montánchez, y en él reconoció los espías de los de la Duquesa y disimuló con ellos, y mandó allí delante de ellos formar la gente que él tenía ahí, que serían por todos trescientos de a caballo para que se fuesen a sus casas, y diciendoles que de allí a veinte días fuesen con él allí, y todos se despidieron de él con esto, lo cual pasó delante de los espías de la Duquesa.
El Maestre después de esto mandó en secreto a un mensajero, camarero suyo, que fuese tras los capitanes y les dijese que tuviesen la gente junta esa noche en una parte que él les señaló, y que él sería esa noche con ellos que habían de ir á cierta parte y ello se hizo de manera que las trescientas lanzas estuvieron en la parte que el Maestre les mandó.
El mensajero de Luis de Chaves, visto el poco recaudo que halló en el Maestre, se fue y la gente de la Duquesa le tomaron la carta y todos decian:
“esto bien me lo sabía yo, que no tiene gente para venir y querrá llamar todos sus favoritos, y ya nosotros tememos despachado a Luis de Chaves, cuando él viniere.”
Luego volvieron los espías que habían enviado con el mensajero y aseguraron mucho a los de la Duquesa diciendo que habían visto la gente pagada, y que de ahí a veinte días podían estar seguros.
Como esto cuadró con lo que decía la carta, creyeronlo sin duda y así se descuidaron aquella noche.
Luego que vino la noche, el Maestre se armó y cabalgó con su caballo y fue por donde tenía su gente, y llegado fueron con ella a Trujillo, y llegó a las dos de la noche y envió sus espías delante a ver que se hacía, y de vuelta, informaron que todos estaban muy sosegados, entonces el maestre Don Alonso de Monroy hizo poner sus escalas a la cerca, y abrieron una puerta por donde entró el maestre Don Alonso de Monroy, y los suyos dieron en los contrarios de tal manera, que luego los desbarataron y los más murieron, porque todos estaban desnudos en sus camas, salvo aquellos que estaban en las estancias contra la casa de Luis de Chaves, otros ningunos no tenían armas, El robo que hubo aquí fue muy grande de caballos y atavíos y otras cosas.

Hecho esto, el Maestre sacó a Luis de Chaves y le puso la ciudad en poder como antes, que la tuviese por los Reyes Catolicos, y el Maestre se volvió a Montánchez.
La reina Doña Isabel vino a Trujillo para pacificar toda Extremadura y luego vino allí el maestre Don Alonso de Monroy a besar las manos a la Reina, ella le recibió muy bien y se tuvo por muy bien servida de él, por todas las guerras que habia hecho contra el rey de Portugal. Y le hicieron a aquella sazón muchas coplas en que se contaban las cosas que él habia hecho contra los portugueses.
Hicieronse las coplas a la batalla que tuvo con los portugueses junto al mojón del Guadapero y un juglar las cantaba delante de la Reina, tantas eran las mercedes que deseaban hacer al Maestre, esto era después de la batalla de Toro, y las coplas que se hicieron son las que se siguen:
“En el mojón de Olivenza Les diera el ciego
La postrera sentencia.
En el mojón del Guadapero Donde estaba el asteria
Su gaita y tamboril Que hacia la folia,
Con ayuda de San Juan Les dimos el negro día, Como en Portugal sabrán Y por la obran verán.
Mejor fuera a Olivenza Ir a zanjar sobre mar, que no venir a buscar Para vos tal pestilencia Y a mí la ejecución:
En vuestra tierra y mojón Hicisteis la penitencia.
Chamorros de Olivencia Con otros de Portugal Vinisteis a hacer mal
A Castilla sin conciencia
De Dios vino la sentencia Y a mí la ejecución:
En vuestra tierra y mojón hicisteis la penitencia.
En este tiempo, estando la Reina en Trujillo, vino al la villa Sancho de Monroy, el tuerto, que era caballero muy esforzado y capitán del maestre Don Alonso de Monroy y venia de Alegrete y pidió socorro a la Reina, dándole cuenta que sobré Alegrete estaba el príncipe de Portugal con mucha gente de a pie y de a caballo, y que habia dejado de entrar en Castilla por tomar á Alegrete, y que hacía dos meses que la combatía reciamente, más que los de Alegrete se defendian maravillosamente con increíble esfuerzo, Mas como la hambre vencedora de todas las cosas era ya con ellos, sin haber remedio, no sabían que se hacer, El Maestre suplicó mucho a la Reina que le diese gente que él iría a socorrer a Alegrete, más la Reina no tuvo voluntad de socorrerlo, porque la guerra de los portugueses casi que era acabada, y allí sirvió el Maestre mucho a la Reina, porque lo tuvo dos años siempre guerreando a los portugueses, habiendo con ellos muchas peleas. El Maestre envió á decir a los de Alegrete que hiciesen el mejor partido que pudiesen porque él no los podía socorrer.
Ellos salieron con sus banderas altas por medio de los portugueses, diciendo: «Castilla, Castilla»
Esto sucedió en 1475. Pulgar, Crónica de los Reyes Católicos,
Hasta aquí llega el cronista con su historia del clavero y maestre de Alcántara D. Alonso de Monroy, sin que se sepa por qué razón no prosiguió la narración de sus notables hechos militares hasta el año de 1511 en que este murió. Quizá le atajase la muerte, o lo que es más probable prefiriese terminar su historia en el punto mismo en que privado aquel del maestrazgo de la orden por D. Juan de Zúñiga, y despojado de las fortalezas que aun poseía, se vio reducido a la función de simple caballero y sin fuerzas bastantes para sustentar sus derechos.
Habia el papa Sixto IV, provisto en 1474 el maestrazgo de la orden en D. Juan de Zúñiga, hijo de D. Álvaro de Zúñiga , conde después duque de Plasencia y de Arévalo, tomando el hábito y posesión de su dignidad en 1457, a la sazón que D. Alonso estaba preso en Magacela , y con pocas esperanzas de vida, más habiendo D. Juan seguido el partido de Doña Juana, los Reyes Católicos dieron comisión á D. Alonso de Monroy para que le hiciese la guerra, este inmediatamente se puo en campaña y trató de apoderarse del castillo de Alcántara.
A dicho fin trato con un camarero suyo, llamado Diego de Trejo (a quien otros llaman Trevejo), que se introdujese en el castillo de que era alcaide Álvaro de Trejo, natural de Plasencia, se apoderase de las llaves de la puerta de cierta torre y las estampase en cera, Procúralo así el camarero, hubo las llaves , hizo la estampa, midió el muro y lo remitió todo a D. Alonso, avisándole estuviese preparado para primeros de diciembre de 1477. Mas descubierto el trato, se frustró el intento, y la fortaleza quedó en manos del nuevo maestre D. Juan de Zúñiga , duque de Arévalo.
Habia hasta entonces D. Alonso seguido fielmente a los Reyes Católicos, más viendo que no lograba de ellos que le pusiesen en posesión del maestrazgo , hizo asiento con la condesa de Medellín, hermana del marqués de Villena, y se pasó al partido contrario, apoderándose por fuerza de Villanueva de la Serena, Alcorchon , Deleitosa y otras encomiendas de la orden, e hizo proclamar rey de Castilla á D. Alonso de Portugal.
En 1479 el obispo de Évora entró con ejército en Extremadura y unió sus fuerzas a las de D. Alonso y Condesa de Medellin, más vencidos los portugueses en la Albuera a 23 o 24 de febrero, D. Alonso se retiró a Mérida, y desde allí a su castillo de Montánchez. Sitiado en él por el condestable D. Pedro de Velasco y el maestre de Santiago D. Gutierre de Cárdenas, se defendió con su acostumbrado valor, hasta tanto que asentadas las paces entre Castilla y Portugal, por mediación de la infanta Doña Beatriz, tía de la Reina Doña Isabel, se procedió al nombramiento de jueces compromisarios en el asunto de D. Alonso de Monroy, quien reclamaba siempre con instancia su derecho al maestrazgo.
Juntáronse estos en Almendral a 23 de febrero de 1481, siendo su sentencia contraria a D. Alonso, quien se recogió a Portugal, quedando D. Juan de Zúñiga en posesión del maestrazgo , y adjudicándosele a aquel por vida la tenencia y rentas de la encomienda de Zagala y las de la Mesa Maestral, con lo cual renunció sus pretensiones al maestrazgo, aunque no el nombre. Murió en junio de 1511.
(Fuentes Alonso de Maldonado-Hechos de Alonso de Monroy)

Agustin Díaz Fernández
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