EL PUENTE DE ALCÁNTARA III
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 12 sept 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr
El Puente III
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
La inscripción que avaloran el puente de Alcántara, son varias, aunque el estado de conservación no sea el óptimo, y donde figuran las más antiguas que son:
En el ático del arco del triunfo por el lado norte, y grabado en la lápida de forma figura:
IMP-CAESAR-DIV-NERVAE-F-NERVA-TRAIANO-AVG-GERM-DACICO-PONT-MAX-TRIB-POTES-VIII-IMP-V-COS-V.P.P-
Al emperador y Cesar, hijo divino, Nerva, Nerva Trajano-Augusto Germánico-Pacido-Pontífice Máximo- en posesión de la tribunicia potestad por octava vez, emperador por la quinta y padre patrio.
Pero nos cuenta el historiador que, el grabado se equivoco en la fecha de aclamación de Trajano, al escribir IMP V, debiendo haber puesto III, para que esta relación con quinto consulado y la octava tributaria, ya que estas notas corresponden al año de 104 d.c.
En el mismo ático del arco triunfal, pero por el lado sur, y también grabado en lápida de mármol, se repite la misma inscripción, aunque aquí las letras no están ligadas.
Fueron los municipios estipendarios de la provincia lusitana los que contribuyeron a la construcción del puente fueron los que se mencionan, identificados estos por el historiador Hubner, y que nos relata J.R.Melida:
MUNICIPIA PROVINCIAE LUSITANIAE
STIPE- CONCATA-OVAE-OPUS-PONTIS
PERFECERVNT
IGAEDITANI
TALORI
INTERANNIENSES
COCARNI
LANCIENNES-TRANSCUDANI
ARAVI
MEIDVBRIEGEN SES
ARA BRIGENSES
BANIENSES
PAESURES
De estos pueblos, se desconocen su ubicación geográfica si exceptuamos a dos Igaditanos, que estaba donde hoy se sitúa Velha y los Araves, correspondientes a la Sierra de la Estrella, ambas en la parte de Portugal.
El puente no se construyo a expensas del pueblo de Roma, si no que fue obra comunal de varias poblaciones, y que por lo tanto no formó parte de la red de calzadas públicas de la provincia, las que en origen fueron construidas con fines militares, asi estaban las guarniciones unidas por la calzada con fácil desplazamiento de unas a otras.
Desde que la historia en la edad media se ocupa de esta impresionante obra, narra las vicisitudes de las varias restauraciones que sufrió el puente, a resultas de que la noticia más antigua se refiere a él, es sobe el siglo XIII, y cuando ya los árabes habían fundado junto al puente la ciudad, ya que queriendo sitiar la villa de Alcántara los moros, Alfonso XI de Castilla en 1218, ordenó que los caballeros de la Orden de Calatrava, cortasen el primer arco del puente, esto es situados desde la orilla derecha, o quizás lo cortasen los moros, buscando la defensa propia, y para lo que solo hizo falta según Pedro Barrantes (militar e historiador del siglo XVI), quitar sesenta piedras, cosa esta que se figura como poco probable.
Más otra crónica habla de que Alonso de Aragón primer Duque de Villahermosa, peleando este a favor de su hermano el Rey Fernando el católico contra Alfonso V de Portugal, y que para cerrar este paso ordenó a sus huestes que cortasen el puente, y que apenas vio esta maniobra el de Portugal, envió misiva al Duque, diciéndole que ya le Valia, que parase, que no lo quebrase, que el rodearía este edificio donde hiciera falta, y que no se tocase, añadiendo con bravura:
<que no quería el reino de Castilla con aquel edifico menos>
No hay noticias fidedignas que el puente fuera cortado en otras ocasiones, pero parece que así fue, o por lo menos estaba deteriorado según una crónica del siglo XVI, y dice que siendo informando el Emperador Carlos V de la ruptura del puente, compuesta con madera, y que Carlos V por aquello de que no estuviera semejante fabrica imperfecta mandó aderezar con piedras semejantes a las que faltaban, esta obra de remodelación se termino en el año de 1543, siendo el maestro de obras Martin Lopez, maestro cantero y carpintero, hombre de buena presencia y de mucho humor, natural de Alcántara y siendo el coste de la restauración de 600.000 maravedís.
Más la admiración provocada por tan histórico resto de la antigüedad sumado al ingenio del restaurador, no evitaron que en tal obra se desfigurase una parte importante de ella como el aro del triunfo, este era considerado por su situación y robustez como torre defensiva, y que según el cronista así se dio uso de ella en anteriores luchas medievales, dotándola de almenas, así la cosas y para perpetuar la memoria de la restauración , se colocó en la fábrica, esculpido en mármol el escudo del Emperador Carlos v, y en los pilares del arco triunfal, por el mismo lado, junto a las antiguas inscripciones perdidas grabaron:
CAROLVS-V-IMPERATOR
CAESAR-AVG-HISPANIARVMQVE-REX HVNC-
PONTBELLIS-ET-ANTIQVI TATE
EXPARTE-PIRVPIVN-INSTAVRARI
IVSSITA-ANN-DOMINI-MXLIII
IMPERII.SVI-XXIII
REGNI VEO-XXVI
<Carlos V emperador, Cesar Augusto y Rey de las Españas
Mandó reparar este puente que, deteriorado por las guerras
Y la antigüedad amenazaba ruinas, el año del señor 1543, en
24 de su imperio y 26 de su reinado.
Pero andando en estas, salta la guerra de sucesión, estamos en el año de 1707, y de nuevo el puente sufre las consecuencias, y se esta en la creencia que también el aquel primer arco, contando desde la orilla derecha, más esta vez fueron los vecinos portugueses, pero al punto fue restaurado de nuevo estamos en el reinado de Carlos III.
Más tarde y ya implicados en la guerra de la independencia, otra vez infligieron daños a este impresionante puente, en 1809 lo volvieron a cortar las tropas aliadas, la intención era l cortarlo de entretener las tropas francesas e impedir su avance.
Y así llegamos a 1819, año en que se volvió a rehabilitar la estructura del puente alcantarino, con la intención de reparar la quiebra sufrida por tanto ir y venir de unos y otros, que esta impresionante fabrica parecía tener imán y gustaba de dañar por parte de todos, que si ahora un moro, después un cristiano, mas tarde moros y cristianos, después portugueses, franceses y hasta paisanos españoles, cada vez que había un disturbio acudían a perjudicar al puente como cerdo al maíz.

Esta restauración consistió en colocar maderos, que a su vez fueron quemadas por los vecinos de la villa de Alcántara, al recibir amago de entrar en ella buscando botín, el cabecilla carlista Miguel Gómez Damas corría el año de 1836.
Y sucedió que cortado quedó el famoso puente, y en penoso estado, permaneció esta impresionante obra, hasta que subió al trono de las Españas, Isabel II y se puso a hacer la restauración por fin, y esta restauración es la que permite por fin, que se puede admirar la fabrica del impresionante puente en su totalidad hasta el día de hoy, y fue debido a la Real Academia de la Historia, que presentaron una moción al gobierno en el trascurso del maño de 1858, consiguiendo su aceptación y que se iniciaran las obras de restauración en comendadas al ingeniero don Alejandro Millán, quedando terminadas estas en enero de 1860, y siendo el costa de esta restauración de 1,678.782 reales con 7 céntimos.
Se reconstruyo el arco que solían romper para cortar el puente, se restauró el arco del triunfo, se reforzo la totalidad de la fábrica, añadiendo por el lado norte el escudo de la casa Borbón, entre el almenaje y en un pilar del lado derecho dentro del arco triunfal, se repararon los diques y el de las avenidas, asi como los pretiles y se pavimento el puente.
Esta restauración, según parece, fue de muy grande beneficio para la fábrica, aparte del punto de darle utilidad como carretera, para devolver al monumento a la integridad, vista original de este impresionante puente como es el pueste de Alcántara.
(fuente J.R.Melida)
(fuente Publio Hurtado-Castillos)
(fuente historia Alcantara)

Agustín Díaz Fernández
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