CONVENTO DE LA CONCEPCIÓN- CÁCERES
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 5 nov 2022
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr
Crónica desde la Ronda de la Pizarra
Había llovido la noche anterior, y seguía lloviendo aun en la ya casi anochecida tarde, all legar al barranco de bajada de la pedrera donde se ubicaba la Taberna de la Colorá, me di cuenta que seria empresa casi imposible lograr entrar por ahí, y decidí dar la vuelta para entrar por la que s pudiera considerar entrada principal de cuando extraían piedra de aquella cantera, asi tuve que pasar por el puente del Carneril, y avanzar paralelo pero en sentido contrario de la corriente del regato de maltravieso, que bajando desde Cabeza Rubia, descargaba sus aguas en el rio la madre de la Ribera, pasando por la finca del Conde y la portá, que según algunos era de cementerio antiguo, ¿Cómo iban a enterrar a sus muertos en medio de un regato?, muy crecido bajaba, y casi desbordado, lo que significaba más agua para la explanada que daba entrada a la taberna, ya desde lejos se escuchaba el soniquete de los tejos al golpear la boca de la rana Clan, Clan Clan,
Con mucho esfuerzo y varios resbalones sobre el barro colorao, por fin pude asir el tirador de la puerta, al abrirla una bocanada de humo y olor agrio me dio de lleno, humo de carbón de la estufa que respiraba mal, de tabaco de picaduras, tabaco apestoso que tiraba mal, y gracias que lo habían podido conseguir con las cartillas de racionamiento, corrían malos tiempos, de cuando han corrido buenos para los pobres, el tío Matamoros en su lugar habitual, muy perjudicado aquella tarde noche, por la ingesta de tinto, había tenido suerte, había cobrado unas peonadas de abastecer de escoba el horno de cocer la cal de La Viuda, allí justo al lado, en el Camino de Maltravieso, y le estaba dando salida a los dineros con tanta rapidez como si le quemara en los bolsillos, y eso que costaban mucho poder ganarse un jornal, rumiando sus penas como para sí, los parroquianos de cuando en vez asentían, como estando de acuerdo con lo que quiera que rumiara el tío Matamoros, solo los jugadores de la partida de la rana, parecían ausentes de todo, y seguían bebiendo su vino y lanzando loa tejos dirección boca de la rana Clan, Clan, Clan,
-mal día tenemos, dijo de pronto Eugenia “la Colora”, todo el día para hacer tres pesetas de caja-
-No te quejes “Colorá”, le constesto el tío Chivario-
-me quejo lo que me sale de ahí, y le va a llamar colora a la puta que te parió-
-Venga Eugenia, sin enfadarse, ponme de beber, dijo Montoya.
-A ti, dijo la Tabernera, me debes ocho pesetas, hasta que no pagues no hay más vino.
-Ves la que as liado Chivario, dijo Montoya,
-Venga Eugenia, ponle su pistola, y a mi otras, la gaseosa del rapaz y los cacahuetes, que hoy vamos al convento, dijo el tio Chivario.
-Venga a beber y a callar, no me hagáis más mala sangre, y tu Chivario, ten cuidado que coño vas a contar que te conozco, sentencio Eugenia “la Colorá”. Haber si nos callamos que nos desconcentráis, gritaron por la parte de los jugadores de la rana, con su Clan, Clan, Clan.
-Hoy no cantas Montoya, pregunto Eugenia.
-vamos con la copla,
El tronío, la guapeza la solera, y el embrujo de la noche sevillana, no la cambio por la gracia cortijera.
A poco que no situemos en la Plazuela de la Concepción, centrándonos en sus jardines, lugar donde estuvo ubicado el Convento de las Religiosas de la Concepción, que daba nombre al lugar, edificio este que fue demolido hacia 1836, plor la desamortización de Mendizábal, y a saben, aquello de la comercialización de tierras y bienes de la iglesia católica, años después en esos mismos jardines dio lugar a la parición de una placa, y que figura actualmente en la fachada del Palacio de los Marqueses de la Isla, y donde figura:
Plazuela del Marques de la Ysla
De esto deduce el cronista, que cuando el edificio del convento estaba en pie, la plazuela que quedaba delante mismo de la puerta de entrada del solar del palacio, llevaba el nombre de Plazuela del Marques de la Ysla, más una vez desaparecido el convento, se llamo al todo el espacio resultante de Plaza de la Concepción.
-y el trapío de mi jaca jerezana, en su trono soy el rey de Andalucía, con espuelas de diamantes en los pies, seguía Montoya a lo suyo,
Clan, Clan, clan, repicaban los tejos en la rana.
El Convento, proseguía el tío Chivario, de la Purísima Concepción, lo ordenó fundar por testamento don Juan Duran de Figueroa en el año de 1605, lugar de enterramiento del propio don Juan y su señora esposa dola Isabel Baca, y que como fundadores del convento ya en ruinas se hace desaparecer en 1844, y el sepulcro de los fundadores junto con el escudo de armas de su linaje, se les llevo al cementerio que estaba recién fundado, y que según parece por la Junta de Beneficencia Provincial, esta junta fue la que hizo posible el nuevo cementerio, e instaló en él este que sería el primer sepulcro.
Trasladados los restos del matrimonio del convento, y en consideración de haberse utilizado para la construcción de la capilla del cementerio, mucha de la piedra que se sacó del derribo del convento de la Concepción, hasta se cuenta en un documento que el altar posterior del ábside de esta capilla, que se encuentra al aire, se adorno con cantería que provenía del convento, donde se instaló una imagen de la virgen de la Estrella, tallada en mármol.
-Mi jaca galopa y corta el viento, cuando pasa por el puerto, caminito de Jerez
La quiero, lo mismo que la gitana, que me esta dando tormento por culpita del querer, Montoya a lo suyo
-Pos vaya, si tiene penita el Montoya esta noche, se escuchaba a Eugenia maquinar fregando los vasos en el baño de cinc.
Apunta mozino que vamos a rematar el cuento, decía el tío Chivario.
-Eso, eso es lo que tu tienes, cuentos y la cabeza atroná, le decía “la Colora”
-Eugenia, sirvamos otra ronda que la paga el tío Chato, saltó uno de los de la partida, solo pendiente de su negociado, mientras los tejos caían incansables sobre la boca de la rana Clan, Clan, Clan.
Aquella virgen de la Estrella, se recuerda el mozo, de la que ya había oído hablar, con anterioridad al tío Chivario
- que miras coño, si aquella virgen de mármol, que mando tallar el obispo de Coria Sancho de Corcuera y Belunza, para colocarla en la hornacina del Arco de la Estrella, continuaba la historia Chivario, más sucedió que con motivo de la remodelación de este arco llamado puerta nueva hasta el momento, y que don Bernardino de Carvajal y Corcuera había encargado los planos al maestro Manuel de Lara Churrigera, para dar amplitud al hueco del arco, para tener mas facilidad al entrar los carruajes a su solar, y que mando tallar otra imagen de la virgen, que es la que vemos en la actualidad en la cara intramuros del arco, en el añó de 1726, y siendo Rey de las Españas, Felipe V de la casa de Borbon, con motivo de este enfrentamiento, el obispo Sancho de Velunza, solicita que fuera excomulgados el maestro arquitecto, los maestros canteros, los maestros alarifes y peones, así como al concejo en pleno, y por consiguiente a todos los ciudadanos de la villa cacerense, solicitud de excomulgación que todavía no ha sido resuelta, en la espera quedamos.
La imagen que el sr Obispo mando tallar, y que lo hizo a un tallista de Badajoz, estuvo durante una temporada en una hornacina en la fachada del convento de San Francisco, hasta su traslado definitivo que ocupa en la actualidad en el cementerio municipal.
-venga, pagando y a la puta calle, hora de cerrar cada uno a su casa con su familia, si es que la tenéis, voceaba Eugenia tras el mostrador con el trapo secándose las manos.
-Mi jaca, galopa y corta el viento, cuando pasa por el puerto caminito de Jerez, apuntillaba Montoya.
Mientras los de la rana, apuraban el final de la última partida de la noche Clan, Clan, Clan, cantaban los tejos Al golpear en la boca de la rana.


Agustin Díaz Fernández
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