SOLAR DE LOS TOLEDO MOCTEZUMA - CÁCERES

XII

Crónica desde la Ronda de la Pizarra

Hoy es día feriado en la villa cacerense, el día grande las ferias de San Fernando, en el rodeo, la feria de animales en la parte alta, en la baja, las tómbolas y cacharritos, circo, y turroneros, por las calles del carneril los gigantes y cabezudos haciendo su pasa calle seguidos por la chiquillería, que en ese día habían dejado de lado los juegos en la Cueva de Maltravieso, y la recolección en la finca de las Retamas de varas para la construcción de flechas y arcos, todos con el jato de los domingos y la cara y las manos limpias de recién lavadas, el Chato de los Metales haciendo cambalaches de algarroba dulce por suelas de crepe de las zapatillas, todos recién comulgados en la misa que había oficiado el párroco del Espíritu Santo, don Antonio, esa tarde primero habría cine en el Coliseum, sesión doble, y después al ferial, a mirar, no había para nada más.

También se notaba en la Taberna de la Colora el día festivo, la pedrera se encontraba aquella anochecida más concurrida que de costumbre, lo que se hacía de notar en el semblante de Eugenia la Colorá, repartiendo medias sonrisas a los parroquianos, Eugenia nunca fue de la de sonrisas enteras.

En la explanada de la pedrera, se habían instalado un circo ambulante, de aquellos de la cabra y la silla, la trompeta, y algunos juegos malabares más por añadidura, y el pase del cestillo cuando acaba la función, dentro de la taberna un Faquir, vestido como tal, y hablando en Hindú según decía él, aunque era natural de la Alcuescar, con un saco en el suelo lleno de botellas de cristal rota, por la que se revolcaba como guarro en el barro, al terminar también pasaba el cazillo, mucho aire traía dentro de vuelta ese cazillo, menguado era lo que la parroquia de la taberna había ofrecido, para alguna pistola y con suerte una libra de pan, tabaco ya le ofrecían, por aquello del que mira calla y saca tabaco.

Cosa rara, pero como la clientela era nutrida, el Tío Matamoros, por un día, se había cambiado de mesa la de Montoya, ambos miraban la función del Faquir, en silencio, con la sonrisa puesta, de esos que no se lo creen lo que están viendo, tomando tragos de lo suyo y los dos a la vez, como si estuvieran programados, el Tío Chivario, en su mesa, un pelín apartado de las maquinaciones del falso Hindú y del ruido que penetraba por la pueta entreabierta, para que saliera del humo acumulado, de la chimenea y del tabaco de liar, y el apestor a rancio de tanta humanidad hacinada en sitio tan reducido, poco o nada la importaba al tío Chivario aquellas novedades de un día, al verme entrar le llamó a su lado, debía de estar aburrido.

-Venga Chivario, hoy no bebes, ¿Qué estas malo?, hombre ya llego el que apunta tus historias, y míralo que chulin con el jato de los domingos, si parece un marques, soltó la Eugenia.

-Venga no hagas caso, dijo Chivario, y ahora que habla esta mujerona de Marqueses, saca el cuadernillo que hoy vamos de una casa principal de las de Cáceres.

Palacio de los Toledo-Moctezuma

-Lleva el apellido del mismísimo Moctezuma Xocoyotzin o Moctezuma II. Tecuichpo, una de las hijas del penúltimo emperador azteca, bautizada como Isabel de Moctezuma, contrajo matrimonio con tres extremeños y tuvo seis hijos. El último de ellos fue Juan Cano Saavedra, capitán que sirvió en América a las órdenes de Hernán Cortés durante la conquista de México, más Isabel y con solo 21 años, ya había enviudado cinco veces.

Aunque el palacio ya pertenecía a la saga familiar de los Toledo fue construido entre los siglos XIV y XV, su aspecto actual se lo debemos a la reedificación ordenada por un nieto de Juan e Isabel, llamado Juan de Toledo Moctezuma, que se realizó entre los siglos XVI y XVII.

La novia de Extremadura, dijo de ella Miguel Muñoz de San Pedro, a la sazón Conde de Canilleros, nació un 11 del mes de junio del año de 1510, hija del emperador Azteca Moctezuma y de su esposa principal Tezalco, poniéndole el nombre de Tecuixpo Ixtraxochil, Copo de Algodón en cristiano vamos, años más tarde nacería su hermano Axayacati, aunque ya tenia varios hermanos y hermanas bastardos más, tenido por su padre con las numerosas concubinas que tenía, y en esas andaban, cada uno a lo suyo, cuando desde la Extremadura les llegó un tal Hernán Cortes a México, un tipo bravo al mando de otros bravos, estamos en 1519 y la princesa Tecuixpo cuenta ya con nueve años de edad, y se fue a vivir junto con sus padres con Hernán Cortes, y el resto de los españoles al darse preso el Rey Azteca Moctezuma.

Tras la muerte de Moctezuma, los Aztecas se levantan en armas contra el opresor español, y los hacen huir tras la llamada Noche Triste:

¡de los muchos que se ahogaban, ellos y los caballos, y de otros muchos soldados que allí en el agua mataban y metían en las canoas, que era de muy gran lastima de verlos y oir, pues los gritos y lloros y lástima que decían socorro.

(Bernal Díaz del Castillo, cronista de la conquista)

Sucedió que estando ausente Hernán Cortes, que había ido a un mandado, y siendo un mes antes de la Noche Triste, y habiendo fracasado la diplomacia, Pedro de Alvarado, segundo al mando de la tropa, ordenó una ofensiva contra los Aztecas a traición, matándole mucha gente dentro de la población de Mexico-Tecnochtitlan, estos cristianos asesinaron a centenares de indios, una masacre demasiado grande la que se conoció como La Matanza del Templo Mayor.

De vuelta de sus asuntos Hernán Cortes, y viéndose asediado por los Aztecas y viendo que sus defensas no resistirían mucho, por tener mucha gente herida sin poder luchar, Los combates entre Aztecas y españoles duraban ya una semana, los españoles y sus aliados indígenas estaban cercados en el palacio de Axayácatl y sus alrededores casi sin alimentos, por lo que decidieron huir al punto de la medianoche del 30 de junio de 1520. Cortés dio la señal de partida y bajo la consigna de silencio, marcharon por un puente de canoas en dirección a Tlacopán sigilosamente, cuidando del relincho de los caballos. Al llegar al canal de los toltecas, una anciana mexica que había salido a tomar agua en un cántaro advirtió la huida de los españoles y avisó a los guerreros aztecas. Pronto empezó a sonar el tambor de alarma y los españoles se vieron rodeados por miles de embravecidos guerreros. En cuestión de minutos la laguna que rodeaba Mexíco-Tecnochtitlan hirvió de canoas repletas de nativos armados de lanzas y flechas, en tanto desde las azoteas miles de guerreros atacaban la retaguardia, otros nativos cortaron los puentes a tierra firme, que estaban hechos de canoas amarradas unas con otras.

Se dice que lograron salvarse los soldados que prefirieron deshacerse de las joyas y oro que cargaban, en tanto que muchos de los que iban lastrados por armadura de acero, barras de oro y joyas murieron ricos, allí quedaron mas de mil españoles y algunos más de los indígenas que los apoyaban.

Pedro Alvarado,

Otro de los protagonistas es Pedro Alvarado, al que muchos culpan de esa derrota de Cortés. Fue un conquistador español (gobernador, capitán) que tiene un papel fundamental, pues fue el que ordenó la Matanza de Tóxcatl, Hernán Cortés tuvo que abandonar Tenochtitlán para derrotar a las tropas de Pánfilo de Narváez en Cempoal, quien había sido enviado por el Teniente de gobernador de Cuba para aprehenderlo.

A su regreso, se encontró con una ciudad a punto de estallar: Pedro Alvarado, a quien había dejado al mando, lideró una masacre de nobles mexicas en el Templo mayor bajo el pretexto de una supuesta rebelión; lo hizo presionado por sus aliados tlaxcaltecas porque estos querían vengarse de sus opresores, los tenochcas. Esta matanza fue la que levantó a toda la ciudad en contra de los castellanos y sus aliados. Y este panorama fue el que se encontró Cortés. Alvarado perdió gran parte de la confianza de Hernán Cortes.

A pesar de la masacre, Cortés regresó muy pronto a Tenochtitlán: "Fue una derrota de la que se supo rehacer; de hecho, un año después conquistó la ciudad, muy mermada por la viruela. Aunque me interesaba más las circunstancias en que se produce esa huida, esa derrota, que sus consecuencias.

Las lágrimas de Cortés

"Cortés aparece ya hastiado de Moctezuma. Bernal Díaz del Castillo ya nos dice que se refería a él como “ese perro de Moctezuma”. También como el gran general que fue y alguien determinado a conquistar Tenochtitlán. A todo esto, le hemos añadido la leyenda sobre sus lágrimas al pie de un ahuehuete de más de 500 años que se encuentra en la calzada México-Tacuba.

Pero, Cómo fue posible que Cortés dominase toda una ciudad de doscientos mil habitantes con un exiguo ejército. Lo del dominio de la capital mexica es algo que cuesta entender a día de hoy, La fascinación que ejercía Cortés sobre Moctezuma, cómo se aprovechó (sin saberlo) de los augurios que, anunciaban la llegada de los castellanos.

 (Fuentes Rtve -2)

Pero volvamos a Isabel, que es a la sazón la que nos llama hoy a la taberna de la Colorá, dijo Chivario, mirando al Faquir se relamía con una pistola del tinto que le había convidado.

Muerto Moctezuma, lo sucedió su hermano Cuitlahuac, y se casa con Tecuixpo, matrimonio solo simbólico para reforzar sus derechos dinásticos, matrimonio que solo duraría tres meses por la muerte del marido, ya va una vez viuda, y se casa con Cuauhtemoc, también tío de la princesa Tecuixpo, más tampoco se llega consumar este matrimonio, la princesa ya cuenta en su currículo con tan solo diez años, dos matrimonios y una vez viuda.

Más en la guerra que viene después con los españoles, pierden los Aztecas, y son hechos prisioneros Cuauhtemoc y su esposa por el cacerense García Holguín, que aburrido de andar por Cáceres se fue a México, a ver que se cocía y medrar por allí, porque a este lo que se dice perrinas no le hacían falta.

Y entre unas cosas y otras, se presentó el páter Olmedo, y dijo, coño, me voy a hinchar a bautizar herejes, pillo a la princesa Tecuixpo y le dijo, ven que te voy a bautizar, y además desde zahora te llamaras Isabel de Moctezuma, y asi lo hizo, aunque los naturales la llamaban Isapelzin, ya que el cronista nos cuenta que zin en Azteca significa princesa y tal, y ya con la llegada de los misioneros Isabel, abraza la fe en cristo, haciendo viuda apostólica , llegando a convertir a sus súbditos a la religión cristiana, a estas alturas ya era Isabel viuda por segunda vez.

Pero por razones políticas la casan con don Alonso de Grado, paisano natural de Alcántara, cuando Isabel contaba con 16 años de edad, más al año de casada muere don Alonso y ya tenemos otra vez doña Isabel compuesta y sin novio, tres matrimonios tres veces viuda, carajo con la muchacha.

Al quedar viuda, el gran Hernán Cortes, se lleva a Isabel a vivir con él, seduce a viudita, o al revés, la viudita seduce al bravo conquistador y queda embarazada de una niña que se llamaría Leonor Cortes de Moctezuma, entonces para cubrir las apariencias la obliga a casarse con Pedro Gallego de Andrade, mozo de espuela de Hernán, de este matrimonio Isabel pare a un hijo que se llamara Juan de Andrés de Moctezuma, más en 1530 muere Pedro Gallego, ya cuenta en su haber con veintes años de vida y cuatro veces viuda, y ya es una mujer riquísima, de mucho y gran potosí, ya se le ha devuelto sus partenencias y parte de sus tierras y se le ha reconocido el cargo.

Pero no tuvo bastante con tanto funeral, y ya en 1532, se casa con el cacerense don Juan Cano de Saavedra, de este matrimonio nacerán tres hijos y dos hijas, formando casa y linaje en Cáceres que la historia conocería como los Toledo-Moctezuma.

La gran princesa Azteca, hija del Rey Moctezuma, Tecuixpo, que pasaría a la historia como Isabel de Moctezuma, murió con cuarenta años de edad en el año de 1550, tras cinco matrimonios y cuatros veces viuda la que llamo el historiador la Novia de Extremadura.

(Fuentes Biografías)

Agustín Díaz Fernández