PAGUITAS Y TAL
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 5 mar
- 6 Min. de lectura
DE PAGUITAS Y TAL
Crónica desde la Ronda de la Pizarra.
Oigo hablar y hablar a gente que critica y que está en contra de las llamadas paguitas, este personal criticón en su mayoría con la luz pagada de por vida, o al menos con puestos de trabajos fijos, donde por mucha oscuridad que venga tiene el sustenta resulto, y estos, precisamente estos, jubilados tambien eh, dicen que no trabajan por que no quieren, como van a trabajar cobrando esas paguitas, se refieren al subsidio por ser mayor de 55 años y haber agotado el paro, o la renta de inserción o ingreso mínimo vital, pero vamos al lio.
Resulta que ahora sale la patronal de la construcción de Cáceres que hace falta mucha mano de obra, que ya no quedan albañiles, yo quisiera recordarles que entre 2007-2008 pusieron en la puta calle a la mayoría de los trabajadores de la construcción, buenos oficiales y con edades comprendidas entre 45 y 55 años, cuando aún podía dar lo mejor de ellos en el trabajo, pues estos compañeros jamás volvieron al mercado laboral, los dejaron a todos en negro, y fueron por dos sencillas razones una que ya no les hacia falta mano de obra especializada y la otra y de más peso, era que cuando hacia falta nos les daban trabajo debido a la edad, en algunos casos alegando que no rendirían, como se nota que esta gente mafiosa de la construcción no han trabajado nunca.
Esto es totalmente falso, yo mismo, con esa edad estaba por dar mis mejores años de la vida laboral, pero, en fin. Era lo que decían los constructores ¡pero es que no se daban cuenta estos necios que eliminado mano de obra de esta calidad y edad, nadir podría enseñar el oficio a las generaciones venideras! Para algunos de cerebros obtuso hay que explicar que estos oficios de la construcción se aprenden con la practicas teniendo siempre pendiente a buenos maestros.
Yo no me puedo quejar, porque, aunque fuera a tirones no me faltaba con que ganarme el sustento mío y de mi familia, no tan bien como en años de bonanza, pero bien. Pero hablábamos de paguitas, y esas paguitas a las que se refieren esos que entran criticándolas como puercos a maíz, esas paguitas son las que una vez terminado el tiempo de desempleo, pasan a cobrar un subsidio de 470 euros ¿Qué coño quieren estos individuos que los dejemos que se muran de hambre, o que los fusilen, o que nos encierren a todos en el campo de concentración de los Arenales hasta que se nos sequen los ojos? , por cierto ese campo de concentración es hoy un hotel de lujo, en la finca de la fundación Tatiana de Guzmán el Bueno, vamos la casa Golfín,
Paguitas, resulta que dicen que la gente no quiere trabajar por que cobran paguitas, conozco a gente que, por trabajar quince días 450 euros, han perdido un mes de esa paguita de 470 euros, vamos que hicieron un pan como unas ostias.
La patronal, esta patronal de la construcción, que publica ahora en los papeles pidiendo que en la F.P. se creen estos cursos de albañilería, repito que se nota que no han trabajado nunca, es más a mi me llamaron para dirigir un curso de yesos y escayolas y cuando fui a impartirlo me dijeron que tenían que tener como profesores ayudantes dos individuos, que no sabían nada de nada, y por conocidos ahí estaban, ¡estos si que cobraban paguitas! Y se nota que no saben o no quieren saber el método de aprendizaje de un oficio tan antiguo como el mismo mundo, bueno hay otro, pero ese los dejamos para el Rey emérito putero y delincuente, para los del Futbol, Ábalos. Etcétera.
Tengo mala memoria pero quiero recordar que en el ano de 1999 o tal vez 2000, ustedes disimulen pero no puedo concretar, se elabora por parte de gente sesuda un plan para la construcción de 25.000 viviendas en un plazo de 25 año, yo fui uno de los que nos posicionamos en contra, mi argumento era que en una poblacion de 94000 almas por aquellos entonces, no era posible tal cantidad de viviendas, Cáceres no crece como para eso, los datos que se manejaban es que crecería en torno a las mil personas año, cuando la realidad es que en 25 años solo esto ha crecido tan poco que somos poco mas de 96000 censados, vamos que estamos como estábamos.
Los que tuvimos oportunidad de ver el proyecto, apreciamos como iban a emerger barriadas nuevas donde antes solo habia barrio colorao, y campo, y tanta fue en ansia de patronal, ayuntamiento y sindicatos con el afán de recaudar unos, de hacerse de oro los otros y aumentar el numero de afiliados los últimos, iban a construir barriadas, parques, centro comerciales, colegios, resultado de todo ello un grandioso parque de vivienda antigua, y otro enorme de polígonos residenciales apenas comenzados a construir y dejados al olvido, empresa en la ruina y trabajadores en el paro.
En lo que respecta a mi oficio éramos un total de 70 en aquellos años y no bastamos para abastecer toda la provincia, con el lio pasamos a 145, claro que muchos hacían trabajo de vergüenza y que aun hoy a pesar de las pinturas y los años se pueden apreciar, y todo porque no habia tiempo de enseñar ni de aprender y la complicidad de las empresas similares de aceptar todo como bueno.
Más entre 2007-2008, llega lo que habíamos vaticinado y no es que sea un veedor o un espantajo como ese mangante de Iker Jiménez, no, y es que solo habia que entender de que iba la cosa y observar con atención, llegaron pues, estos buitres de la construcción, y con ellos la hojarasca y dejaron a los obreros q1ue les habían dado tanto y tanto beneficio les habían dejado, con una pastilla de jabón lagarto para quitarse la roña y un cubata de Larios que les embotara el cerebro.
Cuando empezaron las ostias, los indecentes de los empresarios se llamaron a Aldana, ninguno dilo nada, callaban luego otorgaban, hasta que empezaron a correr, recogieron sus beneficios dejando al obrero en la puta calle y sin cobrarlo que se les adeudaba, con la complicidad de sindicatos, empresas con potencial económico de sobra y nos dejaron con el culo al aire.
Paguitas, cuando pasó la marabunta y algunas de aquellas empresas volvieron a la actividad, unos con otros nombres y hasta algunos se atrevieron a hacerlo con la misma razón social, eran los putos amos, empezaron llamar al personal conocido, saltándose convenio colectivos y todo lo que le salía de los huevos, ofreciendo 800 euros mes, incluidas pagas, vacaciones y liquidaciones, a cambio de un montón de horas de trabajo, y se quejaba de que no querían ir a trabajar a sus empresas porque toda la gente que llamaban cobraban una paguita, que coño querían estos mafiosos .que los dejemos morir de hambre.
Al principio cuando empezaron a llegar los boletos de despido, el personal se lo tomaba bien, como un tiempo de descanso, un par de meses en el paro para después volver a la faena con más ganas, primero llegaban dos o tres boletos, algunos decían como a mí, con lo que yo he hecho por esta empresa, sin tener en cuenta el menguado que la patronal no solo ama su dinero, si no tambien el del obrero, no se que decir por que estos obreros tambien fueron cómplices, en mirar por la empresa más que para su propia casa.
Tambien conocí gente que echaba horas y horas a favor de la empresa, hasta alguno de triste recuerdo en el movimiento vecinal cacerense, que apuntaba horas y días de trabajo que no realizaba para beneficio de la empresa, así me lo dijo un día, para beneficio de la empresa, ni ponerse colorado ni nada, este mal trabajador y mala persona que ha estado a punto de echar abajo el movimiento vecinal que tanto nos costó poner en marcha en aquello años incipientes de la democracia, tanto miró para y por la empresa que al final llegó el final.
Costó y mucho firmar un convenio colectivo mucho, donde el trabajador quedaba protegido y bien regulado su salario, algunas huelgas costó si, una, la ultima hasta se llegó a bloquear la construcción en Cáceres, ahora bien, dentro de este colectivo de 145, los habia, malos trabajadores que no cobraban lo pactado, firmaban nominas y tal, pero solo cobraban las migajas que el patrón tuviera a bien darles a final de mes.
Paguitas, escuchando hablarlos a sí se me queda la cara como cura pillado en un prostíbulo, cuando empezó la sangría y las empresas cerraban por falta de pago, empresas que todos conocíamos de su solvencia, todos callaron, todos y dejaron al obrero a su suerte, empezando por los sindicatos, y pasó lo de siempre que, murieron cuatro romanos y seis cartagineses, todos a la puta calle, sin un duro y con una edad y sin más salida que ir a buscar una paguita.
Agustín Díaz Fernández
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