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Y HASTA ERAMOS FELICES

  • Foto del escritor: Llopis Ivorra-AgustinDiaz
    Llopis Ivorra-AgustinDiaz
  • 26 mar 2020
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 28 mar 2020

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra .

Pasaron los años, alguno que otro ha pasado ya sí, no recuerdo la totalidad en número , lo que si recuerdo es que por aquel entonces yo era un niño si, que carajo a pesar de todo yo también tuve edad de ser un niño , transcurriría la década de los sesenta o así de 1.960 claro, y mi recuerdo es de niño jugando, teníamos la edad de jugar, yo también la tenía.

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Y para echar la mañana , la tarde, la noche o incluso el día entero , solo nos bastaba y sobraba tener a mano un balón o una pelota, el traje que era el del ir y venir al cole, que era el mismo de jugar y andar de correrías por el barrio , teníamos otro claro, pero ese estaba reservado para los domingos y fiestas de guardar, bodas, bautizos y comuniones o para ir al médico cuando la cosa de la salud te perjudicaba , y cuando la excepción así lo dictaba , o algún acontecimiento de alcurnia, que aunque barrio obrero también nos gustaba ir de servilleta prendida , o cuando se celebró el acontecimiento que ilumino el barrio por unas horas con gente de recio abolengo, y como entre gente pudiente el asunto fue de gran boato, como aquel en que el sr, obispo Llopis Ivorra se personó en la calle Ecuador para inaugurar un barrio viejo con la intención que al prestarle su nombre pareciera barrio nuevo y con un nombre más rimbombante pasó de llamarse el Carneril a barriada Llopis Ivorra , el hambre, la miseria , la precariedad y tal seguía siendo la misma pero con otro nombre y eso se notaba , donde iba a parar , y unas alpargatas porque bota de fútbol y eso no sabíamos de que existieran . con poca cosa éramos felices en aquellos maravillosos años .

El balón o cosa más frecuente la pelota, era artesana, siempre ha habido un roto para un descosido y un perro dando vueltas a un pueblo, y de gente sabia y apañada están llenas las calles de los barrios de gente humilde, donde el ingenio es la raya entre la picaresca y la realidad, como en todo, siempre teníamos a alguien que sin haber estudiado ni el arte y ni oficio del zapatero remendón .daba cuenta de su ciencia con trapos viejos y una cuerda nos hacia una excelsa pelota que para si quisiera el balón ese de fútbol que publicita un tal Cristiano Ronaldo , Portugués el, como si en Portugal tuvieran otra cosa que no sean toallas que no secan , café Cubano muy rico por cierto y cigarrillos los tres sietes que sabe a rayo, o por lo menos eso dicen los que le dan al fumeque, el portento de pelota cogía al golpeo con el exterior e interior del pie según la dirección en que chutaras , tal efecto que ya le hubiera gustado cogerlo a los patadones de ese tal Roberto Carlos , brasileño y futbolista no confundir con el también Roberto Carlos , también Brasileño pero que tenía un gato que estaba triste y azul, y encima con la ventaja que podías jugar calzado, con las alpargatas .

Camisas, pantalones, toallas, trapos en general y en desuso encontrados casi siempre en los vertederos sobre todo en el que había en la hoy Avd. de Cervantes, o de inconfesable procedencia, pero cada poco se escuchaban voces por la calle que de la resolana de la callejina habían desaparecido , unas bragas de la Rosario ,una camiseta del marido de la señora Margarita Tumas que era guardia, una camisa que ya había tenido mejores tiempos del hijo de la señora Margarita también Tumas, de nombre Tumas , Tomas se llamaban para el resto de los vecinos ,porque eran de la parte de las Hurdes y hablan raro “ que era vago de nacimiento y con el tiempo también guardia, o unos pantalones del tío Rafael , carnicero que tenía un hijo sinvergüenza y que con los años también terminaría de guardia, con los de las bragas de la Rosario hubo su aquel, ya que los bocones del barrio dieron en pregonar que estábamos manoseando el culo de la chinquina ya ven con poco éramos felices en aquellos maravillosos años .

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Pelota de Trapo

Tener un balón eran palabras mayores, eso se daba entre gente pudientes y de más alcurnia que la que paseábamos por las calles del Carneril, perdón Llopis Ivorra, donde el más pudiente era el tío Marchena que emigro a la Alemania de posguerra huyendo de la miseria y el trabajo duro para darse de cara con mas miseria y andar de silbante, era un flojo chulón ,tanto que cojeaba del izquierdo al andar .Pero la fortuna vino una vez a visitarnos, por una vez y sin que sirviera de precedente, fue por navidades en el colegio también recién estrenado llamado XXV años de Paz, para que no se nos olvidara que una vez hubo una guerra,, y en forma de señora pudiente ,recién salida de la peluquería con laca en el pelo para destruir ella sola la capa de ozono , llena de pulseras y anillos a los que después de entregar los regalos a los niños miraba como contándolos por el acaso y con cara avinagrada y de asco , deseando que el ultimo desarrapado pasara ante ella para salir por piernas y reencontrarse en la civilización , con sus amigas en la cafetería de moda con un chocolate calentito y el cura de agradador a su lado contar la peripecia de ir a un barrio pobre y estar una hora entregando regalos a unos niños salvajes y casi desnudos y salir vivía del intento . pero , así y todo con tan poco éramos felices en aquellos maravillosos años .



Un balón , eso fue lo que me regalo aquella ilustre señora , no muy nuevo, pero si en buen uso y de los de verdad, de aquellos que llamaban del TIENTO, aquel simple balón nos hizo a la gente menuda mientras duró, los más felices de todos los de la zona del calerizo de de la tierra cacerense , ya teníamos balón solo había un problema y es que estos balones eran duros como mineral de wolframio , si le dabas una patada te descoyuntaba toda la pierna , no había un niño de la calle con uñas en los dedos de los pies y máxime cuando había que jugar descalzo la mayoría de las veces para no romper las alpargatas de uso diario, alpargatas que costaban 10 reales , 2,50 pesetas en el ultramarino que regentaba en la calle Cuba 3-A el Sr, Isabelo , así que era mejor romperte un dedo de un pie que romper la alpargata , que encima de quedarte con los pies hinchados como presupuestos de constructoras, te llevabas una buena tullina. Pero con tan poco seguíamos siendo felices en aquellos maravillosos años.

Pero ayyy, y cuando le tenías que dar con la cabeza ¡ Uuyyyuiyuiyui, que dolor, si te quedabas atontado más de lo que estábamos , yo creo que por eso no adelantábamos en los estudios por eso y porque cuando podíamos no la fugábamos , nos quedaba el cerebro obtuso , hecho papilla después de un partido, coño con esos dolores en la testuz como esperaban que prosperaremos en los estudios , como íbamos a salir lumbreras , a lo único que se aspiraba , si la suerte, la buena, acompañaba,era a criar gente para abastecer los hornos de cocer la cal, la construcción o como mucho y premio mancebo de alguna farmacia o dependiente de tienda de ropa del Requete o de Confecciones Cacereñas , de retales Manolo ya era mas complicado, por el carácter del Sr,Manolo claro, ya me gustaría a mí haber visto jugar con ese balón tan duro a ese tal Einstein o mismamente al Estephen Hawkng ese de las estrellas , seguro que del primer cabezazo hubiera suspendido matemáticas de primero de la ESO, y no les quiero ni contar cuando el balón golpeaba en las parte nobles , en los huevos vamos,, joder que dolor , todavía me acuerdo para quedarse uno estéril, y aumentando el dolor y el peso cuando se mojaba , mojado era un imposible jugar con el, del dolor tan grande , ya ven con que poco éramos felices en aquellos maravillosos años .

Al salir de la escuela por que ir íbamos, otra cosa es que nos cundiera y nada más pasar por casa a dejar la pizarra y pizarrín y el catecismo coger la merienda de pan con aceite y el balón y a jugar, unos días al rodeo que en primavera solía tener hierba, otros días a cabeza rubia,al campo de fútbol donde hoy esta la sede de la policía local, o debajo del puente del antiguo Carneril ahora ya Llopis Ivorra que tenía un regato por el mismo medio proveniente de las pedrera del camino de Maltravieso " hoy auditorio" a un lado y pabellón multiusos al otro de la calle, que también servían esas pedrera para bañarnos, o en el campo del espíritu santo después, y las más de las veces en el campino de la parte de arriba del barrio, mismamente donde hoy está el parque dedicado al Sr, obispo D. Manuel Llopis Ivorra, y como no en la legendaria calle Cuba .que por aquel entonces pasaban pocos coches o ninguno más bien, entonces no los había , ya ven con que poco éramos felices en aquellos maravillosos años.

Ahora es distinto al poco que observemos, vemos a tipos barrigones con las cabezas brillando y el sol resbalando en semejante pista de aterrizaje, deslumbrando al contrario con ese espejo bien pulido de cocorotas como bolas de billar , con menos pelos que culitos de bebes , o blancos del mismo color pelicano de los burros viejos, más cerca de la sesentena que de la cuarentena, con edad de andar entre sopitas y cojines blandos, uniformados como si de un desfile de ropa deportiva se tratara , que entre equipación y botas llevan un potosí encima , y con balones de los que publicitan el último Mundial o Eurocopa que hay que estar al día , sin haber empezado a jugar sudando más lo de que han sudando para ganar el sustento de los suyos y el suyo propio, se les ve doblados por la cintura tosiendo con tanto aparato como para darse la vuelta por dentro,y soltando mas mocos que oveja enferma, jadeando como perros de realas , echando hasta las primera papilla , con rebujiñas de estómagos haciendo fuerza como para echar las pares. Ocupando campos de fútbol, con césped bien cuidado y recién regados que haría las delicias de las ovejas del tío Marulan , gritando como jodidos locos al compañero que le pase el balón aunque este esté a medio metro de él, y mientras los niños mirando enfurruñados esperando a que terminen estos señores mayores de crecer y darse cuenta de que ya se les fue la edad , y les dejen campo libre a ellos que son los que tienen que jugar que son los verdaderos protagonista su de su cuento , que para eso son niños que necesitan bien poco para ser felices .

pero el tiempo pasa y aquí ando pensando quien me ha robado el mes de abril.


Agustín Diaz

 
 
 

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