CÁCERES ENTRE REALIDAD Y LEYENDA
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- hace 4 días
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CÁCERES ENTRE REALIDAD Y LEYENDA
Crónica desde la Ronda de la Pizarra
Marco:
Proviene de la palabra " Marco Real", medida de superficie del siglo XIX que equivale a 4.446 m2.
LA RIBERA DEL MARCO
Para entender la historia de Cáceres hay que entender la Rivera del marco, no se comprende como las autoridades le dan la espalda por dejadez y abandono, por desidia talvez, esto lo mismo da lo veas gobierne el grupo que gobierne, a un entorno privilegiado de flora y fauna autóctona dentro de la misma ciudad, Ni se limpia el cauce ni los paseos ni los caminos de entradas a las huertas, otra fuente de vida y riqueza ahora en el olvido por unas autoridades locales que ni saben ni quieren saber, a quien corresponde el mantenimiento de la zona que dio la vida a la ciudad, dando largas a los propietarios de estas huertas que hartos de peregrinar del ayuntamiento a la confederación de aguas del Tajo pasando por el canal de Isabel II, viendo cómo se pasan la pelota de unos a otros , mientras la Ribera sigue muriendo poco a poco, día tras día, gracias a esto propietarios que unidos mantienen esos caminos de accesos , de otra manera toda la zona de las Vegas del Mocho estarían ya en el recuerdo .
Para conocer la historia, la de Cáceres, hay que conocer su Ribera, la ribera del Marco, presencia en el paisaje cacereño a la vista de todos, principal abastecimiento de la ciudad, y que ya en 1.501 los reyes católicos ordenaron cercar con muro de mampostería para proteger la potabilidad de sus aguas. El cauce fluvial de unos 90 litros por segundo, permitió el emplazamiento de los primeros pobladores, el cauce les daba todos los recursos naturales necesarios para la vida, tiene su nacimiento en la Fuente del Rey, en el sureste de la ciudad y en la cota más baja del calerizo, regando la mayoría de las huertas de la ribera por gravedad.
La ribera dio vida a nuestros primeros pobladores en las cuevas de Maltravieso y el Conejar, Santa Ana, paleolítico y neolítico respectivamente, las terrazas fluviales de las Vegas del Mocho, el campamento militar de Casta Servilia y Casta Caecilia, (siglo II y I a.c.) también vieron el potencial y riqueza de la Ribera y la posterior colonia de Norba Caesarina (siglo I A.C.) construyendo la vía Lata “Ancha” “Via de la Plata la llaman , yo no sé el motivo, pero en fin” que la comunicaba con Emérita Augusta, y con un ramal que recorre paralela la ribera del Marco, enlazando con el antiguo camino de Santiago de los Mozárabes
Ya en el siglo XII y con presencia Almohade en la ciudad, se fertilizaron las huertas y aprovecharon el cauce para crear las primeras industrias de la ciudad, molinos Harineros catorce se cuentan, batanes, tenerías, y hasta abrevadero para el ganado procedente de la trashumancia, No se puede concebir Cáceres, la historia de Cáceres sin la Ribera del Marco, un recorrido de apenas 6,5 kilómetros, que por desgracia y mala política dejadas al más absoluto abandono, rica en fauna y flora autóctona de más de sesenta y siete especies catalogadas de las cuales cuarenta y ocho en peligro de extinción, abubillas, abejarucos, Aguiluchos, Cenizo, Ánades reales, Avefría Europea, Avutardas, Buitres Leonados y negro, cárabos, Cucos común , Garza Real, Gaviotas reidoras, Grajillas, Grullas, Lavanderas, Lechuzas, Martin Pecador, Milanos Petirrojos, Rabilargos, Urracas, adema de estas especies de aves, también se avistan, Zorros, Nutrias, Garduñas, Ginetas, Jabalíes, lirones Caretos , en sus aguas también crían Cangrejos americanos de rio y en la fuente del Rey, Black-Bass y Carpas, mariposas , Olmos, Olivos , Tilos, higueras...
Más la vida en la Ribera sigue todavía a pesar de la mala gestión y suciedad, algunas especias se adaptan a tanta suciedad y porquería otras desgraciadamente si no se actúa con rapidez rotundidad desaparecerán, al igual que los hortelanos por llegar las aguas a tal contaminación que sea inviable cultivar nada, porque les sea imposible acceder a su lugar de cultivo, quizás el arroyo aún no esté tan degradado como para imposibilitar su recuperación, y quizás exista un margen no muy grande y no muy largo para recuperar este enclave que fue el principio del todo, ojala las autoridades competentes le den la importancia que deben darle, que están obligados a darle a la Ribera del Marco.
Lo catalogaron de prodigioso el manantial de Cáceres, y comparando la composición de las aguas del calerizo del Marco y de las minas es idéntico, y con un caudal medio de 60 litros por segundo, lo que al año daría 1,211.800 metros cúbicos de agua.
Nos cuenta el sr Castells, que hechas las observaciones correspondientes sobre el terreno y efectuadas estas por él, y siendo realizadas en un tiempo comprendido entre el 25 de enero y 25 de marzo del año de 1896, y resultó que en todo este tiempo no callera agua de lluvia ninguna, y que el nivel de las aguas descendiera tan solo unos cinco centímetros, y no obstante desaguando para bajar a ese nivel, 250.000 metros de agua, y que a través de este método se pudo establecer la superficie aproximada de la laguna subterránea del Marco.
Con pausa, con mucha lentitud desagua la laguna del Marco, tanto que el espectador poco avisado apenas si lo nota, lento, pero sin interrupción por su superficie, es la única causa de la continuidad de la corriente, y es por esta misma lentitud, el por qué las oscilaciones parecen imperceptibles.
Sobre el embalse de las aguas invernarles del caudal del Marco, no parece haber dudas que al subir el nivel de la altura que tuvo en tiempos pasados, y dejando el desagüe a nivel de antes de la época de lluvias, este no implicaría escape ni salida de agua por ninguna parte, a no ser que la altura excediese de cuatro metros y medio, si se diere esta circunstancia el agua podría salirse en la depresión practicada por las corrientes pluviales en la pizarra, en el sitio del regato de Maltravieso, dentro de la cerca que el Marques de Castro Serna tiene junto a su huerta ( este regato de Maltravieso, es el que corría por donde algunos iluminados de Cáceres, ilustres iluminados cacerenses, decían de un cementerio, por la portada de entrada a la finca del marqués de Castro Serna “que iba nadie a enterrar a sus muertos dentro de un regato, estamos hablando para los menos avisados, mismamente esto está enfrente de los juzgados), sigue corriendo este regato aunque ya canalizado, y vierte sus aguas a la Ribera, junto al puente de la Ronda Sur,

Ribera del Marco
LEYENDA
Existen en la villa cacerense, o al menos existían dos tradiciones, una de ellas histórica, de superstición se podrían llamar a la otra, contadas de boca en boca a través del tiempo y oídas mil veces en el trasiego de unos a otros, las historias se van, o bien exagerando o bien mutilando, las dos historia y superstición, están relacionadas o bien se complementan las dos.
Existe o existía en la villa cacerense, un lugar que se diría de los más fantásticos de los alrededores del centro de la villa, y por diferentes circunstancias, el lugar es el denominado de la Fuente Fría, para acceder a este lugar, yendo por el camino de San Francisco, habia que pasar por un arco abierto sobre un tapial, este arco bien pudiera ser de fábrica de árabe, y sin pudiera, es árabe, y que por cuya parte superior va corriendo el agua sirviendo de acueducto, que partiendo del manantial de la Fuente del Rey, o acuífero del Marco, da vida a las huertas y molinos, y cuentas que hasta en más de una legua de recorrido.
Al pasar por debajo de este arco, arco de poco merito a lo que artístico se refiere, se experimenta una placidez y quietud, y soledad, al menos para aquellos que gustan revivir la historia en su pensamiento y lugar, deteniéndote a la sombra de la higuera, y dejante llevar por el ruido del agua correr cristalina por su cauce, prestando al lugar ambiente de frescura.
A la derecha, se alza grandioso el convento de San Francisco del Real, el cual fue edificado a causa de un milagro, hacia la izquierda se extiende la huerta denominada del Tesoro, denominación que ya de por si da a entender algo, de enfrente y a unos metros tal vez cincuenta, se encuentra la calleja de la Mansa alborada, o Mansaborá, como se le ha dado en llamar vulgarmente, esta calleja que corre soterrada entre zarzas y otras malezas, entre las huertas y vallados, va a dar tras describir un ángulo recto a la ronda de las Huertas.
Cuenta las gentes, que en esta calleja desemboca una de las muchas galerías que se suponen que parten del antiguo alcázar de los árabes hoy palacio de las Veletas, y aunque en el transcurrir de los siglos nadie ha visto esta puerta, muchos son los que aseguran su existencia, y como razón de no haberla contemplado jamás, alegan que da entada a una mansión encantada, donde habita una princesa de origen árabe y que en las noches de San Juan, sale a da una vuelta por las cercanías,
Leyenda
Hins Qazrix, la inexpugnable, con las que en más de una ocasión se habia estrellado los esfuerzos las huestes y soldados de la cruz, y que gobernaba la villa un Kaid moro, nunca tuvo Hins Qazrix rey, aunque algunos lo confundan, quizás para dar más empaque a la historia, decía que gobernada la villa un Kaib, este era arrogante, soberbio, y que solo contaba con una hija, por la que se desvivía y rodeada de comodidades y caprichos.
Pero sucedió, que la bella morita, se enamoró de un joven y cara linda caballero cristiano, uno de aquellos que acompañaban al monarca Alfonso IX de León, cuando puso el ultimo cerco a la villa en aquel 1229, la mocita para conversar con su amado cristiano, enviaba todas las noches a su “aya”, a que le dejara paso franco por la puerta de una galería subterránea, por donde el galán subía al jardín del Alcázar, para encontrarse con su amada.
Más pasaban los días, y el cerco que habia puesto a la ciudad los soldados de la cruz seguían en el mismo estado, el Kaib a las intimidaciones del cristiano para que rindiera la plaza, contestaba bravucón y con ironías” tócame los huevos leones”
Pero el enamorado cristiano, valiéndose del amor que habia conseguido de su apasionada morita, a cambio de juramentos y promesas, “ya saben prometer hasta el meter” obtuvo de la joven muchachita las llaves de la entrada del pasadizo, este pasadizo es el que los cronistas llaman de la victoria, y en 23 de abril, mientras las mesnadas del Rey Alfonso IX de León, simulaban el asalto a las murallas por el lado opuesto de la población, el cristiano, seguido de escogidos hombres de armas, se presentaron en los amplios salones del Alcázar, donde sembrando el terror y el desconcierto entre el moro, decidiendo la lucha a favor de las huestes del de León.
Indignado el Kaib, cuenta la tradición, por la mala partida de su hija, y vertiendo sobre ella una terrible maldición y condena más horrible que la muerte misma, la lanzó a la bella morita y a sus meninas a la calleja de la Mansa Alborada, donde y como castigo de su traición, permanecerían hasta que los seguidores de Mahoma, volvieran a estar en posesión de la plaza cacerense, perdida por culpa de ella.
Más ocurrió, que la puerta de entrada y salida de aquel pasadizo subterráneo desapareció de la vista de cualquier mortal, y como el moro no volvió a conquistar Hins Qazrix, allí permanece la enamorada morita, encantada mediante el conjuro de su padre, acompañada de su aya y sus jóvenes doncellas, convertidas repentinamente en gallinas y polluelas de plumaje de oro y valiosa pedrería, sin más ratos de diversión que los que depara a los seres encantados la noche de San Juan, noche que en la que salen de su aislada mansión, y desde el alto frontero de la Fuente Fría, llorar y suspirar con la mirada perdida puesta en el Palacio de las Veletas, lugar que ocupaba el grandioso Alcázar, pensando en lo perdido y esperando que Cáceres vuelva a llamarse Hins Qazrix.
(Fuentes Castel-el Agua)
(Fuentes Publio Hurtado-Familias)

Agustin Diaz Fernández
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