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DE AQUEL CARNERIL A ESTE LLOPIS IVORRA

  • Foto del escritor: Llopis Ivorra-AgustinDiaz
    Llopis Ivorra-AgustinDiaz
  • 23 jun 2020
  • 15 Min. de lectura

APUNTES PARA UNA CHARLA-COLOQUIO

DE AQUEL CARNERIL A ESTE LLOPIS IVORRA

Apuntes para charla-coloquio

Vinimos a vivir al Carneril por entonces todavía se llamaba el Carneril, a últimos de los años cincuenta, a los recién terminados de construir pabellones de la calle Cuba, mi nombre es Agustín, buenas tardes vecinos, aquel carneril de aquella época con vecinos venidos de las calles Caleros, Tenerías, de tantos y tantos lugares de Cáceres, de pueblos cercanos y no tan cercanos, gente humilde, de procedencia en su inmensa mayoría trabajadora, en busca de realizar su vida a través de este barrio

Componíamos una familia de cinco hermanos , Florentina, Elena , Andrés , María de los Ángeles, que junto con mis padres que naturales de las Huertas de ánimas, vinimos de todos sitios en general, tanto que cada uno de los hermanos nacimos donde se pudo, María de los Ángeles es la única que nació en el barrio, yo nací en Calzadilla, mi padre también de nombre Agustín, se dedicaba a la construcción de carreteras por toda la región y hasta que no nos asentamos en el Carneril fuimos nómadas, de allí donde estaba el trabajo, mi madre Juana , como todas las mujeres de la época y la mayoría a sus labores, que no eran pocas.

Nos asentamos en la calle Cuba, y el número 5 de esta calle nos vio crecer, entrar salir, vivir, en aquel primer pabellón de viviendas, construidas por la asociación Virgen de la Montaña, cuyo patronazgo ejercía el o bispo de la diócesis Coria-Cáceres don Manuel Llopis Ivorra (siempre lo escribo con V, y no con B, porque he visto documentos firmados por el Sr. O bispo y así lo escribía el, imagino que analfabeto no era y que sabía cómo se escribía su apellido, aquella asociación se dedicó durante mucho tiempo a construir viviendas de las que andando los años se darían en llamar sociales, y que por una entrada y unos pagos mensuales, tenías una vivienda en propiedad, el dinero de coste fue de 12.000 pesetas de entrada y na cuota mensual de 250 Pesetas (70 eros la primara y unos 1,50 euros lo segundo) , estas viviendas eran las de cuatro habitaciones , que las de tres la entrada era de 10.000 pesetas y el pago mensual de 225 pesetas

Hay ciertos momentos que los recuerdos sin saber el por qué lo asociamos a alguna cosa en particular, yo lo asocio al olor, aquel olor a humo, humo de los horno de cocer la cal, a jara a escobas, a leña de encina recién prendidas por el fuego, a aquel polvo fino, del color de las tejas árabes, de las calles sin asfaltar en el periodo estival demasiado largo por estos pagos, ese polvo fino que se colaba entre las ropas y que se convertía en barro colorao con las primeras lluvias y que se pegaba a las alpargatas, un barro pegajoso imposible de quitar, calles llenas de barro y apenas iluminadas por una bombilla pelada de cuando en cuando, en unas palomillas sobre cualquier esquina , que limitaban la oscuridad a simples sombras, y que la mayoría del tiempo eran inexistentes , nada más que el empleado municipal doblaba la esquina tras haber repuesto la bombilla inutilizada, aparecía algún tirachinas para devolver a la oscuridad el rincón apenas iluminado.


Casa original del barrio

Olor , ese olor siempre acompaña, olor por toda la calle que salía de cada ventana apenas entreabierta, a patatas arroz y bacalao, a judías con chorizo, cuando lo había, a lentejas, a patas con carne , al arroz con pollo de los domingos, a la merienda de pan con aceite, a ropa recién lavada en cualquier regato cercano, fuente del Rey, regato de la plata, que debe su nombre por correr paralelo a la vía lata de los romanos, Camino de la Plata, por su hermosura para el moro, o la vía Guinea para el cristiano, a la cuadrilla de amigos reunidos nada más tras la merienda recién llegados del colegio, para empezar la correría de juegos diarios en plena calle , Trompo, mosca burrera, hilo negro, el pañuelo, la taba, punti cabeza, futbol con pelotas de trapo, olor a los bizcochos de limón que me daba por hacerle algún mandado la señora Dolores y su marido el coronel Burdalo, abuelos del quizás más ilustre de nuestros vecinos, dicho sea sin menospreciar a nadie Jesusin por entonces, más tarde sería el general D. Jesús Burdalo de la Guardia Civil y poeta.

Olor a los arboles de la calle cuando rompe la primavera, y las bolas verdes antes de convertirse en flor que servían de proyectiles, a la música que salía de cualquier ventana anunciando el parte de radio nacional, justo cuando llegábamos del colegio, de las normales la mayoría, prisas por que había que volver a cruzar el rodeo para llegar al colegio, el XXV años de Paz, como se llamó estaba por construir , pero siempre un minuto de sobra para aquellas vecinas mayores y que te esperaban que les leyera la carta recién llegada, solo para confirmar las noticias que les había resumido por lo magro el salas , cartero del barrio, solo que esto de mérito todo, teniendo en cuenta que lo hacía in abrir las cartas previamente

Hablando del Llopis Ivorra y como todo barrio que se precie, aunque humilde tiene su cartero el del Llopis era cuando menos, diferente se llamaba y se llama que todavía no ha muerto, José y de apellido Salas el cual nació soltero, cualidad que no es baladí , porque según dicen esas cosas aunque son de nacimiento te marcan para toda la vida

-Sra. Felipa, de su hermana la monjita, que la trasladan de Salamanca a las Claras de Cáceres, que dentro de quince días vaya a verla.

-Sra. Hilaria, de su hija Mari Paz, que está bien gracias a dios, que la pensión donde vive la tratan como a una hija, y que la casa donde sirve son unos señores muy buenos y ricos que ya le contara más de Barcelona, conforme vaya conociendo - PD le mando veinte duros para que me los vaya ahorrando, por el acaso, su hija que los quieres muchos besos y recuerdos para todos.

-Sra. Paca, de su hijo, que está bien que el tiempo en Melilla es bueno, que se le está haciendo corta la mili, porque el capitán le quiere mucho y la trata muy bien, y que no se olvide de mandar un paquete con chorizo y queso que es lo que más echa de menos y algún paquetillo de tabaco.

-Sra. Rufina de su hermano que dice que Madrid es muy grande que se trabaja mucho y se gana bien, que si quiere que le mande al hijo mediano que él le busca trabajo, a ver si el chico deja las malas compañías.

Y así vecina a vecina el, el cartero iba haciendo su trabajo y repartiendo alegrías y tristezas, y siempre con alguna palabra de consuelo para aquellos que esperando noticias de algún ser querido y tardaban en llegar.

- No se preocupe Sr. Narcisa, que verá como mañana le llegan las noticias esperadas, he sentido decir que el tren correo quedo averiado ayer en la Estación de Arroyo-Malpartida.

-Sra. Petra que su hijo Rafael entra en caja para el sorteo de la mili.

-Sra. Demetria, su marido que allí en Alemania hace mucho frio, que le mande el jersey de lana que le hizo su madre el año pasado, y que no sabe si vendrá por Semana Santa.

-Sra. Margarita su hijo Esteban, que ya ha aprobado el examen de Guardia civil.

Lo más increíble de todo esto es que lo hacía con las cartas cerradas, como en aquellos tiempos el personal de lectura y escritura andaba de aquella manera, las mujeres en cuanto veían a algún chico venir del colegio, lo cogían para que les leyera las cartas, y doy fe de que se equivocaba muy poco, pero que muy poco y he leído muchas eh. ¿Dotes de adivinación, las abría en su casa con algún truco y las leía en secreto, o pura psicología de conocer los intríngulis y la idiosincrasia de los vecinos de la barriada, ¿He ahí la cuestión, quien lo sabe, yo le llegue a preguntar un día poco antes de que se jubilara en plan de bromas por supuesto, pero me quedo a la luna de Valencia?

Era solterón de nacimiento, como decía al principio, pero no es del todo cierto, llego a tener relaciones con una muchacha durante más de veinte años, si hubo tocamientos o no eso yo no lo sé pero, ¡ Ay no todo podía ser de color de rosa y a cada cerdo le llega su San Martín, ¡que tenemos refranes para todo!, el caso que ella un día después de tanto esperar, y quizás aburrida de eso mismo de esperar, y sin decir que bonitos ojos tienes lo dejó, si lo dejo como se abandonan los zapatos viejos que cantaba Sabina, si como oyen se atrevió a dejar, a la flor y la nata de los trabajadores de correos, se atrevió a abandonar al insigne cartero del Llopis Ivorra, y ahora calma sus murrias y su despecho mirando como amarillea en el cajón de su cómoda de la residencia de ancianos, el ajuar que con tanto mimo tenía preparado para su noche de bodas.

Desde el mismo momento en que la chica se atrevió a decirle al cartero que verde las han segado, el ilustre cartero del Llopis Ivorra no tiene quien le escriba.

Olor a los chicles Bazoca gordos y sabrosos, que desprendía el kiosco del sr Ignacio, cuando ibas a cambiar novelas del oeste o algunos cigarrillos a granel, Bisonte, para mi cuñado Emilio, olor al aceite a granel, cuando ibas con un vaso al comercio de Maruchi, a por un vaso de aceite que lo sacaba del bidón con una bomba manual, a sardinas arenque a carne de membrillo, a bacalao, al olor de la tienda de Ultramarinos del Sr, Isabelo en la calle cuba, a la mercería del Sr. Manolo también en esta calle a alpargatas , al tabaco de liar o cuarterón de las cartillas de racionamiento que canjeabas en el estanco de la señora Domi en la calle Bolivia, al agua de colonia de la barbería del Sr. Agustín en la misma calle. A las meriendas de chocolate duro y espeso como de tierra y los vasos de leche en polvo, que nos daban el páter D. Antonio los días que tocaba recibir la doctrina en la iglesia del Espíritu Santo o en convento de San francisco donde algunas tardes nos llevaban en fila indiana con los chicos del hospicio




Deterioro de las calles de la barriada

Olor a amistad a familiaridad, a buena gente de ganarse el pan con sudor honrado, a respeto, a compartir lo que había cuando había algo que compartir,’¡ que entre Vd. mozo de los canticos de las nochebuenas con los vecinos de casa en casa,! que no quiero entrar que no quiero entrar ¡, con las botellas de anís del mono, coñac fundador el platillo de dulces, panderetas y zambomba ¡ la soledad se ha perdido y su madre la anda buscando, olor a vida en la calle, las madres reunidas en la puerta de cualquier casa con las sillas de enea, disfrutando de la fresca tras el estío, conversando con la labor de punto o ganchillo en la mano y la bolsa en los pies, los niños jugando hasta el anochecido , o asomados a la ventana del Sr, Ventura en la calle Salvador que nos subía la persiana para que viéramos la serie del Santo, o de los Vengadores, misión imposible o viajes al fondo del mar en el televisor.

Olor a rivalidad del acarreo de leña para la hoguera de san Jorge, y guardadas a escondidas en la pedrera que se situaba donde la Iglesia del Buen Pastor, donde Lucio Cancho empezó su negocio, la competición con las demás calles por ser quien la hiciera la más grande, y al llegar el día de montarla descubrir que alguien se había llevado lo mejor que teníamos guardado y había que hacer descubiertas nada más oscurecido para paliar los daños quitando leñas a otras calles, sillones, muebles, camas sillas, todo lo viejo era lo bueno para estas hogueras, olor a las alpargatas con suela de crepe que usábamos para entrar en la cueva de Maltravieso, por la pequeña oquedad a explorar,y las salidas a toda velocidad cuando se iban consumiendo por no quedarte a oscuras, a baños en el regato plata , las primeras brazadas en la charca Musía y en la piscina que falange tenía en el barrio del Espiri

Olor a los frutos de las huertas de la ribera del Marco, la Bula, la del Conde, la de la Mona, a espárragos y flechas para los arcos de la cerca de las retamas , espárragos, olor al alpechín de la fábrica de aceite que vertía sus residuos a la fuente del rey y recogíamos para hacer jabón, de retos a los demás barrios para peleas o partidos de futbol, en el rodeo, o por el puente del barrio , por donde está hoy el parque Llopis Iborra, que lo teníamos habilitado como campo de futbol, el dejar los juegos porque cualquier vecina te mandara a algún recado, a respeto, en general buena gente toda , trabajadora cuando lo había donde echar una peonada, camaradería, quizás porque se compartía la circunstancia de vivir de los justo.

Olor al pasar por la salchichería que regentaba Bolaños donde hoy está el Choquin , regentado por Fausto, hijo de Ángel Palacios, a los churros aunque con el paso de los años el churrero no sea el mismo, al comercio de Felisa y su marido de Luis Caldito y a su padre que fabricaba caballos de cartón, a la pescadería que los Plata tuvieron en la calle Ecuador, donde antes hubo escuela pública para chicos , frente a la farmacia, a la mercería del Sr, Manolo también en la calle Ecuador, junto al Bar de tapia, donde con suerte te tocaban los huevos, en la otra cera había otro módulo de escuela esta para las chicas, el kiosco del Sr. Ángel “ pajarito” que sellaban las quinielas en la calle Chile y donde paraba el autobús urbano, de una peseta de precio el viaje, desde el barrio hasta la plaza mayor, al carro de mulas con el que los hermanos capullos cuando venían a vender el hielo, a las algarrobas del chato de los metales, a la llamada de Agustín el Machamuelas, al sillero paragüero, el hojalatero , al afilador, y al sandiero que venía con su recuas de mula desde Malpartida de sandias y melones .

Colores, Vivas, Chivarios, Plata, Várelas, Falangistas, Marroyos, Palomos, Ojalvos, Camberos, Morales, familias todas del barrio, el sacristán, bocatique, La señora María mozo y sus hijos Felipa, Paco y Sito, la señora Felipa Morales y sus hijos Alfonso, Pepe, Antonio , Paco y Rosario, la familia Pelín y sus vecinos la familia chaparro de la calle Salvador, la señora Margarita y sus hijos, que provenían de las Hurdes, el Salas y su prole entre ellos Vito, La señora Presenta y familia provenientes de las Navas , el Sr. Téllez y sus hijos entre ellos Dori casada con Martin Borrega, Nati y su marido Domingo, Isidro, Aní, hijos de la señora Conso, y el sr, Juan “ pajarito también “ que era portero de la puerta de general del C.P.Cacereño, y si le ayudabas a poner la piedra en la puerta para que no se cerrara te dejaba entrar gratis, Angelita y su marido Magariño, Pili , los tatos, Ana y familia casada con Juan Maravela, Hernán Hornero y familia su hija Toñi casada con Alejandro “ Bobi” de la calle Ecuador, Encinas, Torres, los Morenos de la calle ecuador en especial Juan recién finado, mis primos Angelita,Trini, Juani y Miguel también de la calle Ecuador , el Sr. Rio Carpintero, el Sr. Solana carpintero también , la señora Paca madre de mi amigo Manolino, más tarde conocido como Manolo Winston y que la parca ya se lo llevo, y más muchos más que me quedan en la memoria del olvido, y como no a Mari Luz Olmeda y al Sr. Lucio cancho, y más, muchas familias más.


Otro ejemplo del abandono de las calles de la barriada

A tantos que ya se fueron, unos a buscar mejor vida cruzando el Tajo, otros se quedaron más cerca, aunque ausentes siguen vivos, porque nadie muere del todo mientras alguien los tenga en el recuerdo, se me olvida mucha y mucha gente, en estos recuerdos recogidos a vuela pluma , lógico por otra parte, sería imposible y muy largo citar a todos los que alguna vez pasaron por este barrio, y muchas anécdotas también quedaron el rincón del olvido , como aquella noche que vinieron a prender al Lute, y sitiaron el barrio los guardias civiles, y entraron a saco en la Calle, donde la confusión de aquel famoso fugitivo los trajo, la confusión venia de mi compañero Antonio Ayuso, que viviendo de trabajar de Mérida se le averió el coche, era ya atardecido y quiso para a un coche que pasaba para que le auxiliara, el sujeto en cuestión ya sea por la pinta ya fuera por miedo se dio en desbandada, y cuando tuvo ocasión aviso a la policía, corrían tiempos en que nos tenían entretenido a diario con las andanzas del lute, el peor delincuente de la historia decía la propaganda oficial, por entonces no había teléfonos celulares ni siquiera había nacido el que los inventó. La confusión le vino a la policía porque Vivian en la charca musía, allí no llegaba el correo y mi vecina María Mozo tenía despacho de pan en la calle Cuba, y ahí tenían puesto el domicilio por recibir el correo y tal.

En otra ocasión y cuando los velatorios se hacían en las casas del finado, un compañero de trabajo nos informó del fallecimiento de Pepe el del bar las Vegas, nada más entrar en el bloque de la calle Ecuador, donde vivía y sentimos música en un receptor de radio, que al subir advertimos que salía de casa del que íbamos a presentar nuestros respetos, cuál no sería nuestra sorpresa que incluso oímos de cantar a la esposa del difunto, llamamos y nos abrió muy contenta , estaba de limpieza en la casa ¡vaya día pensamos para hacer limpieza ¡,- venid a ver a Pepe, pasad que está en el salón-, cuál no sería nuestra sorpresa al encontrarnos a Pepe sentado en un sillón, viendo una corrida de toros con una botella de vino y un plato de boquerones en vinagre, enfermo si había estado pero nada grave, ya sabemos lo de los bulos que empiezan a correr.

Pero la vida tiene su continuación y andando en esas cierto día de 1,960, nos vistieron con nuestras mejores calzones, y camisas de los domingos, estaban engalanados los balcones con las colchas del dote , y las más vistosas prendas puestas en las ventanas , aquel día era de fiestorro mayor, y era que nada más y nada menos que se tenía previsto que por la tarde , se personara en el barrio del Carneril, el excelentísimo y reverendísimo Doctor D. Manuel Llopis Ivorra, y el motivo era ni más ni menos que donar o prestar su nombre al barrio, ya había puesto la primera piedra en 1.955, pero aquella era la inauguración oficial que declaraba que desde aquel día en adelante la barriada del Carneril pasaba a llamarse barriada del obispo Llopis Ivorra, o la barriada del obispo , para abreviar Llopis. No se me olvidara aquel día, a resulta del escenario que colocaron en el esquina de la calle Ecuador, junto al kiosco del Sr. Paulino donde iba a tener efecto la inauguración oficial , con discursos previos y bendición , dispusieron sillas para las autoridades y un pequeño ágape , mi amigo Manolino Winston y un servidor ocupamos una localidad y le echamos manos a un ágape que de una bandeja que nos decía cómeme que bien colocados en una mesa había, conforme fuimos a repetir un municipal de la calle Bimba le decían. nos dio tal paliza que aún me duelen los palos solo de recordarlo. Cosas de niños y de la incomprensión de la época.

Olor al serrín en el suelo de la taberna de la Eugenia “la colora” en la pedrera al final de la calle Bolivia donde andando los años tendría su sucursal la caja de ahorros hoy liberban, donde me regalaban un puñado de cacahuetes y una gaseosa citrania, cuando iba a buscar a mi padre y a mi tío Miguel, mientras ellos jugaban a la rana o se tomaban la espuela de aquellas pistolas de vino.

Empezamos a notar la mejora, con la llegada del autobús urbano, u Vicenta, julia sus cobradoras, junto con la nuera de calzados Nati, que se me escapo entre la memoria el nombre, el asfaltado de las calles poco a poco, algo mejoro también el alumbrado público los acerados, el alcantarillado, en el agua, que ya no hacía falta de ir a Fuente Fría a por ella para el consumo de boca, ya llegaba el agua con regularidad a todas las casas, de derribaron las chabolas del Carneril genuino, denominado así por estar ubicado en la finca de esa nombre, dando dos entradas y salidas a la barriada por la calle Colombia, ya no teníamos que cruzar la carretera de Medellín para tirar la basura al vertedero, pasaba por la calle un camión colorado del ayuntamiento conducido por el marido de la señora Concha.

De aquel Carneril a este Llopis Ivorra, pasamos de uno a otro de como del día a la noche, la lastima es que aunque los vecinos han mejorado el barrio sigue prácticamente igual que cuando los inauguró D. Manuel, necesita una mejora integral en todas las calles y acerados, con bordillos rebajados en los cruces para el paso de personas con movilidad reducida o coches de bebes o sencillamente para carros de compras, teniendo en cuenta el envejecimiento de los habitantes, una reforma de modernidad que vuelvan a hacerse atractivo pasear y vivir por el barrio para la gente joven, en este barrio desde el mismo momento de su inauguración todo se fue dejando para un tiempo mejor , tras el paso de muchos alcaldes por la poltrona municipal y de promesas incumplidas , que fueron minando la viabilidad de ir modernizando el entorno, uno tras otro, solo parches del mientras cobro, solo se acuerdan de esta populosa barriada cuando las elecciones, seguidos por unos paniaguados periodistas, para publicar las promesas olvidándose después de seguir la noticia, y de tibios del mismo partido que el que viene a prometer, para después inundarnos en las redes sociales con loas a su líder del momento, sin importarle si lo que prometen es factible o no, o si eso que dicen van a hacer es de básico o primordial o hay otras necesidades más urgentes, noles importa el barrio ni a Tirios ni a Troyanos

De aquel Carneril a Este Llopis Ivorra, ya ha llovido, y hoy tenemos como regidores a gente joven, comentan los que entienden de esto que llegan con ganas de trabajar , imagino que igual que todos cuando llegan , pero por el acaso ahora es el momento de que la barriada y sus representantes vecinales hagan acopio de lo más necesario y empiecen su campaña de información y petición, arropadas por la mayoría de vecinos, ya sé que esta todo en barbecho y hay mucho que arar, y con regulares bueyes, pero quizás este sea el momento para sembrar en la espera de recoger buena cosecha, muchas gracias y buenas tardes.

Gente guapísima, buena y encantadora, vecinos del Llopis Ivorra

Agustín Díaz Fernández

 
 
 

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1 Comment


Alejandro Duran Bazaga
Alejandro Duran Bazaga
Sep 12, 2023

Buenas tardes he leído este grandísimo apunte que as escrito, me ha traído grandísimos recuerdos de mi niñez, yo andaba mucho con mi padre por los bares, yo soy uno de esos que a los 16 años paso al otro lado del tajo, uno de los que os robaba la leña y vosotros a nosotros pues yo vivía en las 300 y si tu memoria no te falla yo soy hijo de Alejandro alias el NUEVE ( 9 ) un abrazo

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