top of page

EXTREMADURA ORIGEN (II)

  • Foto del escritor: Llopis Ivorra-AgustinDiaz
    Llopis Ivorra-AgustinDiaz
  • 24 abr 2021
  • 5 Min. de lectura

EXTRAMADURA ORIGEN (II)

II

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

En el capítulo anterior veíamos como, a través de sus leyes protegían a los españoles de los abusos de su dominación, y respetaban sus costumbres administrativas, en las partes que les correspondía de su terreno, pero no siempre fue franca esta protección, la falta de lo convenido, dio lugar a sublevación, en tiempos de Leovigildo, contra sus dominadores. El reparto del terreno en un principio satisfacía ls necesidades de unos y otros.

los dominadores vejaban con impuestos, no permitían la mezcla de su raza con los dominados, y estos intereses de guerra intestina, que duraba a la irrupción sarracena, entró por mucho en la manera de obrar durante la invasión y la reconquista, los que los godos llamaban romanos, dedicados a la agricultura, y por lo tanto con una riqueza inmueble, fueron los que quedaron viviendo entre los conquistadores, los godos con sus ganados, fuente principal de su riqueza y de los españoles, los dedicados a la ganadería, se refugiaron en las montañas del Norte, sus ganados acostumbrados a la trashumancia, no podían prosperar en los invernaderos y tuvieron necesidad de conquistar el de los enemigos, los árabes, tambien aficionados a la ganadería, los cuales establecieron la trashumancia, según el historiador árabe Al-Haken, necesitaban los pastos de invierno, no dejando que sus enemigos los recuperaran, esto dio lugar a la lucha por la prosperidad o ruina de la ganadería. Para godos y españoles, ya por costumbre, ya por necesidad explotaban la ganadería, era de vital importancia la subsistencia de esta explotación, esta causa dio en que, a media que ensanchaban sus dominios, los iban ocupando con el ganado, y combinando su organización militar con la del pastoreo, cosa esta ya puesta en marcha antes de la venida de los moros, para defender sus ganados de las acechanzas de los llamados por ellos romanos, sus dominados, estos con autoridad medio civil, medio militar, y medio administrativo que llamaban Gardingo, que era lo que después de la reconquista se llamaría Alcalde Mayor del concejo de la Mesta, así, el terreno que iban ganado lo dividían en provincias, cada una gobernad por un Duque, que mandaba las tropas, administrada por un Gardingo, este cuidaba de defender los ganados, juzgaba las discordias entre ganaderos, y era teniente del Duque en el ejército, cada poblacion, la gobernaba un Conde y su vicario, y todos los moradores estaban obligados a presentarse armados al ser llamados para la guerra, a medida que iban ensanchando sus conquistas, iban fortificando ciudades en las fronteras, que defendieran lo conquistado, estas poblaciones, mientras eran fronterizas, esta en continua lucha, atacando, o siendo atacadas, en premio, les concedían privilegios, fueros propios y el señorío del terreno que conquistasen, para el ataque como para la defensa, estaban organizados los habitantes militarmente, el concejo lo componía, los vecinos en su totalidad junto sus tierras, los que se dividían en cuadrillas o sesmos, estando todos los vecinos al servicio de las armas, el que tuviera doscientos maravedis de renta, tenía como obligación tener caballo apto para la guerra, obligados estaban todos a presentarse armados, o con cosas útiles para la campaña, cuando fueren llamados, recibían del botín la parte en proporción de las armas, o útiles con los que se presentaban, y premiados según sus acciones en combate, en caso de ausencia de botín, nada se ganaba, si la algara se hacia por parte del Concejo, el Conde de la ciudad con los Alcaldes y el Juez mandaban el Fonsado, llevaban su escribano que junto al Juez, inventariaban los despojos pillados al enemigo, para después entregarlos, Cada cuadrilla nombraba a un cuadrillero, el cual, iba haciendo depositario de las prendas cogidas al enemigo, que cuidada y socorría a heridos y prisioneros y ganados hasta e día de la partición,. Como la principal riqueza de los territorios fronterizos, era la ganadería y continuamente la tenían que estar defendiendo, el que rescataba ganado de los moros, si lo hacia dentro del terreno concejil, como premio tenia una res, y si en el terreno del enemigo, el decimo de las rescatadas, a estas huestes concejiles, cuando la defensa de su territorio permitía, marchaban con el ejército real a la reconquista,

Todos los concejos de las poblaciones, estaba organizados de esta manera para la conquista y defensa, y no solo para ello, en aquella época, todo se organizaba para resistir y atacar, todos los ganaderos de lo conquistados, tenían su concejo organizado, dividido en cuadrillas con sus alcaldes, jueces, escribanos, y Alcalde Mayor o Gardingo, el cual se la conocía como Concejo de la Mesta, desde la era de 1311.

El Alcalde Mayor, al mando de una respetable hueste, defendiendo los ganados, se podía apreciar a un Concejo, perfectamente organizado y apto no solamente para aprovechar el terreno conquistado, si no hasta para aprovechar el del enemigo, en el supuesto de que la buenas relaciones y tratados de paces, se lo permitieran, la organización era muy parecida a la de los Concejos y ejercito conquistador tal como ha llegado a nuestros días o casi, fue desde el principio de la reconquista, y hasta de mucho antes, excepción hecha de las fuerzas armada, y ni aun eso, pues cuando hubo guerras civiles o con Portugal, acompañaron y cuidaron de los ganados de las fuerzas del ejército.

Este ancestral Concejo, que se ha visto andando la historia figurar en todos los acontecimientos de nuestros país desde los fabulosos tiempos, entraño en sus leyes las costumbres de godos, en el aprovechamiento de las dos terceras partes del terreno que reservaron, la subsistencia y necesidad, fue causa probable de la reconquista, y cuando esta se lo permitió, se dedicaron a establecer sus reglamentos y leyes anteriores a la invasión árabe, las primeras conocidas que se restablecieron del Fuero de Eurico, son los privilegios dados por Alfonso X a este Concejo, de esta época datan noticas, de que esta asociación, extendida por todo el terreno conquistado, distinguían dos clases, uno, el útil para los pastos de verano, al que llamaban Sierras, y el otro, bueno para pastos de invierno, al que llamaban Extremos o Tierras Llanas.

En tiempos anteriores al año de 1609, en e que se recopilo loa privilegios de la Mesta, se llamaron Extremo, a toto el territorio de pacto útil para el invierno, o sea al que no llamaban Sierra, los que ocupaban los alcaldes de Tierras Llanas, desde 1609 con motivo de asignar los Concejos, se redujo a llamar Extremos de pastos de inviernos, desde los puertos Reales hasta la Extremadura, Mancha y Andalucía, desde antes de esta fecha se Extremos, todo lo que no era sierra, o invernaban en ellos los ganados, palabra equivalente a invernadero, y a el extremo del viaje que hacia cada rebaño desde la sierra, o punto donde apacentaba en verano, hasta el punto donde debían de pasar el invierno.

Todos estos invernaderos o Extremos estaban comprendidos en lo que denominaban como tierras Llanas, que, en el cuaderno del Concejo de la Puebla de Montalbán del año de 1595, señala la residencia que marcaban a sus alcaldes:

Talavera, Oropesa, Plasencia, Coria, Alcántara, Cáceres, Trujillo, Alburquerque, Mérida, Castuera, Llerena, Zafra, Barcarrota, en cuanto a Extremadura se refiere.

(Fuente Vicente Barrera-Extremadura)

(fuente Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)


ree

Agustin Díaz


 
 
 

Comments


bottom of page