EL PUENTE DE ALCÁNTARA II
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 4 sept 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr
Crónica desde la Ronda de la Pizarra
El Puente.
Ubicado a unos 400 metros dirección Noroeste de la villa alcantarina, tendido entre peñascales, que en el abrupto y quebrado terreno abren profundo y estrecho cauce sobre el rio Tajo, nos encontramos con el impresionante puente construido por los romanos. Este puente fue de obligada construcción al formar parte de la vía que saliendo de Norba Caesarina corría hacia el Noroeste, vía que en la actualidad sigue casi el mismo trazado y dirección que la calzada romana.
El puente se construyó a costa de once municipios de la Lusitania, y que cuyos nombres figuran en una de sus inscripciones, y fue necesaria su construcción por la obligación de establecer la comunicación, entre el Sur y el Norte de la provincia, y siendo que la división la marcaba el rio, eligieron ese sitio, donde no había ciudad alguna, por lo tanto, a beneficio de los once municipios, y donde encontraron el sitio más favorable dentro de la accidentada orografía que ofrecía el terreno.
Se haya el puente en el sitio, que dado la estrechez del cauce del rio, y por lo tanto de gran ímpetu de las aguas del enorme cauce del rio, y la peligrosidad de sus corrientes, sobre todo en las crecida que con frecuencia se producen, podrían llegar hacia el lugar donde se pretendía construir el puente un tanto atenuadas en ímpetu, las fuerzas que tenía que resistir, y en efecto, el `puente se halla entre dos recodos bastantes próximos del cauce del rio, ésta calculada situación del puente es cuestión de admirar, y ensalzar al arquitecto que lo construyó, Cayo Julio Lacer.
El mayor problema de los que se encontró el constructor, era de mayor dificultad de los que se presentaron al constructor del puente de Mérida sobre el rio Guadiana, puente de largo recorrido, y que su anchura reparte la fuerza del agua, mientras que en el de Alcántara se encuentran acumulada en un estrecho tramo, siendo por ello peligroso el multiplicar pilares, y que además había que salvar considerable altura, tanto como por las crecidas del agua, como por el nivel de la calzada que se abría paso a través de aquella montaña, estando así el terreno, el arquitecto Cayo Julio Lacer, trazó un puente de mucha altura y salvo la distancia horizontal con tan solo seis arcos, desiguales, volteados, volteando los dos mayares en medio, por dondi corren las aguas, y dando menor diámetro a los siguientes y aun, un poco menor a los últimos, con el motivo de contrarrestar el empuje de la parte central de la fábrica, cuyas cabeceras apoyan en la roca de las orillas, obra de tanto atrevimiento solo pudo realizar Lacer, dando dimensiones desusadas a loa arcos y a los pilares, para que ofreciesen esta considerable resistencia a la corriente los primeros, y los otros el de proporcionarles suficientes vanos, problema de fácil resolución, si se hubiera construido hoy, con las modernas tecnicas y materiales de construcción, pero lo que tiene de maravilla, es que la solución a los problemas presentados fuera la piedra, y el sistema constructivo empleado en la época, maravilla también es, que este maravilloso puente siga cumpliendo la labor para la que se construyó hace 20 siglos.
La fabrica del puente es de sillería granítica, muchos de los sillares originales, almohadillados, ya que la obra fue restaurada, esto en lo eferente a la parte visible, se entiende que la interna, como todas las fábricas romanas, debe ser de hormigón, o lo que es lo mismo, mezcla de guijarros con cal, la sillería esta labrada d forma perfecta, y está colocada y asentada en seco. Seis son los arcos que componen la fábrica, los cinco pilares en los que apoyan y los malecones que en ambas orillas le refuerzan, más un arco triunfal, ubicado en el mismo centro del puente.

La longitud del puente es de 194 metros, la anchura que pertenece a la calzada es de 6,70 metros a los que hay que añadirles los 1,30 metros de cada antepecho, por la base en su pilar central con su tajamar es de una longitud de 25 metros, siendo la altura total de 71 metros, entre los 31 metros desde el fondo a la superficie del agua, y desde esta la clave del arco, por la cual pasa el cauce del rio 40 metros, desde el comienzo de la clave al piso 4 metros, más los 14 metros que tiene de altura el arco del triunfo. Más descontado este y lo que oculta el agua, y desde el arranque del pilar del centro son 47 metros, más 1,20 metros del pretil, es tal la imponente altura, que a todos los puentes romanos supera al respecto.
Las dimensiones de los arcos, que no son uniformes, tienen los dos arcos centrales y mayores tienen de luz, uno 27,35 metros, y otros 28,06 metros, difieren muy poco en sus medidas, los inmediatos cada uno 24,27 metros, y los dos del extremo 18,41 metros.
Las dovelas de los arcos son dobles, es decir, hay una serie de dovelas grandes que pasan del metro de longitud, y sobre ellas un cerco de dovelas pequeñas, todos los arcos son de medio punto en plena curva, que en los centrales arranca en los pilares y los demás son peraltados, la anchura desde los paramentos exteriores de los arcos es de 7,80 metros.
Los cimientos están construidos por enormes macizos de 9 metros de espesor, en forma de tajamar, por el Este, con el fin de poner resistencia al agua, y cuadrados por el Oeste, llegando de tal forma hasta la línea de arranque de los arcos centrales, dichos pilares ofrecen sus paramentos verticales bajo el intradós de los arcos, como continuación de estos, más al llegar a esa línea de arranque de los arcos, estas ofrecen esos poderosos pilares una pequeña plataforma en las primeras dovelas, y por ambos lados pilares y menores, que como si fueran continuación de ellos llegan hasta el arranque del pretil.
Al sufrir el puente, mediado el siglo XIX, una restauración donde fueron cogidas las juntas de las piedras con cemento, con lo que perdió cierta originalidad, así como fue renovado por necesidad el pavimento, aunque estas restauraciones no aceptaron a la esencia del puente, que es el trazado primitivo perfecto, no perdiendo del efecto del gigantesco puente, de proporciones y armonía, lo mismo en sus macizos como en sus huecos, con sus airosos arcos, la línea horizontal del pretil y alzándose en medio el arco del triunfo, llegando a parecer de perfil torre, de tan grandiosidad, que solo es comparable a las pocas colosales obras romanas que llevaron el sello de Roma.
El puente, según figura en la inscripción del arco triunfal, se terminó entre el 106-106 d.c. bajo el reinado de Trajano, siendo su constructor Cayo Julio Lacer.
El Arco Triunfal de esta magnífica obra, alzado en el medio del puente, como costumbre en otros muchos de construcción romana, era el medio o el cual la ciudad o ciudades que costeaban las construcciones de obras públicas, rendian memoria al emperador reinante, y se trata de un arco sencillo de los llamados arco de Tito, su fabrica como la primitiva del puente es de sillería almohadilla, incluyendo las dovelas del arco, dos molduras iguales determinan el friso del arco, donde por cada lado hay un tablero de mármol con una inscripción, también cuenta con otras lapidas en el frente de cada lado de los machones, a la altura del arranque del arco, más la parte superior fue desfigurada con mucho mal gusto, al incorporarle a la fábrica un almenaje durante el siglo XVI, quedando como testigo las águilas de Carlos V, recibiendo por ello y por parte del vulgo el nombre de Torre del Águila, o Torre de la Espada, nombre con el que también se la cita, nombre este legendario por decirse haberse encontrado en ella una espada, al hacerse una reparación.
El espesor de los machones es de 3,02 metros, siendo la luz del arco de 5,89 metros, y la altura total de la fábrica es de 14 metros.
(fuentes J.R.Melída-Alcántara 1914)
(fuente Publio Hurtado-Castillos)
(fuentes Wikipedia)

Agustin Díaz Fernández
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