ALONSO DE MONROY-CÁCERES XII
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 8 abr 2022
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr
HISTORIAS DE LA VILLA CACERENSE
DE DON ALONSO DE MONROY
Clavero de la Orden de Alcántara (XII)
Alonso de Maldonado-Hechos de don Alonso de Monroy 1492
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Vida de Alonso de Monroy
En el Capítulo anterior, dejábamos a Hernando de Monroy, refugiado en la fortaleza de Magacela, más, como el asedio era ya de tan largo, el hambre le apretaba aún más, pidió socorros a los clientes del Maestre Alonso de Monroy, pero le contestaron que verdes las habían segado, y Todos estos le desahuciaron de socorro. Visto esto por Hernando de Monroy, y que las heridas y trabajos pasados no los habían vencido, conoció que la hambre y la fortuna los habia traído al estado de no poder hacer menos de darse.
Sucedió que, Sabido por la Duquesa el estrecho en que estaba la fortaleza, envió a un criado suyo que se llamaba Rodrigo de Yanguas al Maestre de la Orden Santiago que estaba en Mérida, a suplicarle mandase a su hijo Don Alonso Pacheco alzase el cerco que tenía sobre Zalamea, conforme a lo capitulado en ellos, más el maestre Don Juan Pacheco no quiso, luego la Duquesa, como vio esto, tuvo mucho enojo, y envió a Zalamea a Don Pedro de Zuñiga, hermano del Duque, bastardo, con setecientos de a caballo , y muchos peones y se vino a Zalamea, visto esto por Don Alonso Pacheco y los suyos, luego alzaron el cerco y se fueron, entonces Don Pedro de Zúñiga requirió a Hernando de Monroy con tres mandamientos del rey Don Enrique, en que le mandaba que diese la fortaleza al duque de Arévalo, y otros tres mandamientos del Papa en que le mandaba que diese aquella fortaleza al Duque de Arévalo, como gobernador que era del maestre Don Juan Pimentel su hijo, y Hernando de Monroy se la entregó y se fue a su feudo de Monroy, habiendo siete meses que estaba cercado, y el mismo tiempo habia que estaba preso el maestre Don Alonso, y estaba tan desesperado que se concertó con un paje del Electo que le diese un puñal, el cual le dieron, y él estaba determinado de matar al Electo en llegándose a él, por vengarse de la traición que le habia hecho, que después de hecho esto, no se le daba nada por su vida, aunque le matasen, entonces el Electo tuvo noticia de esta cosa, porque el paje tuvo creído que Francisco de Solís, el Electo, supiese este negocio primero de otro que de él, entonces al Maestre le echaron muchas más prisiones de las que tenía, Pues una noche aconteció que el maestre Don Alonso de Monroy tuvo una cuerda de ballesta fuerte en las manos y descisola, y tomó todas las cadenas que tenía a cuestas, que seis hombres no las alzaran, y se subió a la torre de Magacela, y dando a la cuerda las dobleces que le pareció bastar, la envió la torre abajo quedándola arriba muy bien atada, y calzóse en las manos los zapatos y atose dos ladrillos a los pies por dar con ellos junto.
Hecho esto, echó las cadenas de la torre, las cuales con su peso bajaron y sacaronle de la torre, y él asióse fuertemente a la cuerda con los zapatos que llevaba en sus manos, pero todo no valió nada, porque con el peso que llevaba delante, dio muy gran caída con el peso de su cuerpo, que hubiera pocos hombres que no desmayaran viéndose tan mal parados, porque a él le pareció haberse quebrado todos sus huesos, y así fue que las piernas ambas se le desconcertaron de manera que no se pudo levantar, y las manos tenía todas cortadas hasta el hueso de la cuerda que le pasó los zapatos, la altura era mucha.

Más viéndose el Maestre don Alonso, en tan mala fortuna, fuese a gatas llevando arrastrando las cadenas hasta un adarve, por donde se habia de volver a echar, él con su gran corazón y con el agonía de verse libre de su enemigo, echóse del adarve abajo, que aunque no fue tan gran caída, pero por ser tan fresca la otra grande, en gran manera fue quebrantado, pues salido al campo, las cadenas era imposible poderse quebrar, vio mucho llano a un cabo y al otro monte, y pensó en sí que si se iba al monte, que allí le habían de buscar y no quiso, más fuese poco a poco, porque amanecía ya, por lo llano, y metióse en una mata en mitad de lo llano, porque no podía andar paso ninguno por el peso de las cadenas, y por el quebrantamiento de sus piernas y cuerpo, sino iba a gatas, y como podía.
Sabido esto por la mañana el Electo, como el maestre Don Alonso de Monrroy era ido, cabalgó con ciento y cincuenta de a caballo y vieron la cuerda por donde se habia echado toda llena de sangre de las manos y fuese luego a lo áspero y espeso y buscaronlo todo, y como no hallasen nada, fueron muy enojados porque allí pensaban ellos de hallarle y anduvieron todo el día hasta muy tarde, más como quiera que la fortuna le tenía en desprecio y no quería que fuese Maestre, que si entonces se soltara todavía lo fuera sin duda y se vengara de todos sus enemigos, ya que quería anochecer, pasó por lo llano él, y como Mosen Soto, Frey Francisco de Soto, Clavero de la Orden de Alcántara, a quien el Maesttre Gome de Solís, habia dado provisión de la Encomienda Mayo vacante por muerte de D. Gutierre de Raudona que antes la tenía, vio estar en la mata al Maestre don Alonso, y luego lo descubrió el Electo, fue tan alegre que más no pudo ser, y mandó traer una carreta en que lo llevasen, y el Electo cuando llegó al Maestre, arremetió y pusole la lanza a los pechos, diciéndole que le quería matar por la traición que le habia hecho en quererse soltar. El Maestre le respondió con el corazón que solía tener:
“yo no hice mal en quererme ir, pues soy preso con la mayor traición que nunca hombre lo fue, y esto vos lo sabéis mejor que nadie».
El Electo tomó más gana de matarle por lo que le dijo el Maestre, más el dicho Mosén Francisco de Soto, se lo quitó y le rogó que lo dejase confesar, pues era cristiano, el Electo respondió que no quería que se confesase, más que quería matarle sin confesión, pues habia de ir con el diablo.
Al Maestre le echaron en la carreta, porque iba muy mal parado de las caídas, y habia perdido mucha sangre de las manos cortadas, y volvieronle a meter en una mazmorra a donde no veía claridad ninguna, ni le consentían meter vela, después que pasaron diez meses de estos, el Electo se aderezó para ir á ganar el maestrazgo, puesto que todo estaba en poder de la Duquesa de Arévalo, porque pensaba que aunque no lo ganase todo, que le haría la Duquesa algún buen partido, con color que mataba á Don Alonso de Monroy el Maestre, y que si entretanto tomase alguna fortaleza, que con ella se quedaría, e hizo sacar al Maestre don Alonso de la prisión y pidióle consejo de lo que habia de hacer porque este tenía él muy grande en las cosas de la guerra, aunque no le aprovecharon sus cosas cuando le prendieron.
El Maestre le dijo todas las fortalezas de la provincia por qué parte eran más flacas, por donde se habían de escalar de noche, y que así las ganarían, y dijole que luego se debían partir a hacer algo, porque las cosas de la guerra si se hacían con presteza se hacían sin campo y gente, y que si se dilataban, con gran gente no se podría hacer nada. El Electo se partió con su gente dejando la guarda de Magacela y del Maestre Don Alonso de Monroy, al clavero Soto, a esta sazón, estamos en 11 de diciembre de 1474, murió el rey Don Enrique IV, y reinaron los Reyes Catolicos, el rey Don Fernando y la reina Doña Isabel, y como estuviesen en la guerra contra el Rey de Portugal con grandes necesidades, al Electo parecióle que sería bien servir a los Reyes Catolicos en esta guerra, puesto que él tenía tomadas dos fortalezas del Maestrazgo, y luego con doscientas lanzas y cuatrocientos peones se partió para Portugal, e hizo una entrada en Portugal por la parte de Alburquerque, y hurtó una fortaleza a los portugueses que se llamaba Ouguela, y dejando dentro a Pedro Pantoja, su hermano, con la gente necesaria para la guarda se tornó a Castilla, y antes de ocho días acudió sobre Ouguela un capitán portugués con mucha gente, y la cercó y la combatió, enterado de esto por el Electo, partió para allá por socorrer al hermano, y como llegase Ouguela a las puestas del sol, dio en los portugueses bravamente, pero ellos sufrieron su arremetida y pelearon con él y le desbarataron, y en esta pelea dieron al Electo, ya que anochecía, un escopetazo en un muslo, y cayó él y el caballo en un barranco, y entrillándole el caballo una pierna debajo.
Y sucedió que, como un peón de los suyos pasase por ahí, le pidió socorro y ayuda para salir del caballo, el peón se llamaba Golondro, y era de Descargamaria o la Torre, más este llamado Golondro habia sido criado del maestre Don Alonso de Monroy toda su vida, pues llegando que llegó Golondro al Electo, y viéndole en esta disposición, echó mano a su espada, y dio tal golpe al Electo en el pescuezo, que le echó la cabeza lejos del cuerpo, diciéndole :
“Asi pagarás la traición que hiciste a mi amo”.
Luego esta gente se desparramó, y Pantoja entregó la fortaleza al capitán portugués, estamos en 11 del mes de diciembre del año de 1474.
Sabido esto por el maestre Don Alonso de Monrroy, que hacía dos años que estaba preso, y su memoria estaba ya tan perdida como si nunca fuera, tuvo muy gran placer, y luego se puso en tratos con el Mosén Soto, que le tenía. Mosén Soto pedía muchas cosas por su rescate, el Maestre no tenía cosa que le poder dar, porque todo a aquella sazón estaba en poder de sus enemigos, Al cabo, viendo Soto lo poco que el Maestre tenia, vinieron a concluir en esto:
Que Soto daba suelto al maestre Don Alonso de Monroy cuando le entregasen la fortaleza de Mayorga con su encomienda, esta fortaleza tenia, como hemos dicho, Hernando de Monroy, señor de Monroy, que nunca la Duquesa se la pudo sacar de esta fortaleza, y el Maestre escribió á Hernando de Monroy que en todas maneras le diese aquella fortaleza para su rescate, y que si él quiere de tener algo, que él se lo pagaría doblado, Hernando de Monroy le dio la fortaleza libremente, y así fue entregada a Mosén Soto, alcaide de Magacela, y a su hijo.
(Fuentes Alonso de Maldonado-Hechos de Alonso de Monroy)

Agustin Díaz Fernández
留言