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CUEVAS DE MALTRAVIESO-CÁCERES

  • Foto del escritor: Llopis Ivorra-AgustinDiaz
    Llopis Ivorra-AgustinDiaz
  • 19 jul 2020
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 4 abr

LA CUEVA DE MALTRAVIESO

CÁCERES

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

En el propio casco urbano de Cáceres, caso verdaderamente infrecuente, se encuentra Maltravieso, la más relevante huella del arte paleolítico en Extremadura. Cuenta con una treintena de grupos de motivos que representan cincuenta y tres manos humanas en negativo, rodeadas de pigmentos rojizos. A lo largo de sus 100 m. de longitud, se pueden observar las manos pintadas junto a puntos o rayas en negro y otros motivos grabados con buril en la pared.

Los estudios más recientes, realizados con sofisticada tecnología, han mostrado la existencia de numerosas representaciones antes desconocidas, no sólo de manos, sino también posibles figuras de animales grabadas.

En aquellos momentos se descubrieron también restos de ocupación humana en la cueva, cerámicas, útiles, huesos de personas y de animales; pero los estudiosos atribuyeron esos hallazgos a una época muy posterior a las pinturas, concretamente al Neolítico y la Edad del Cobre. Desde su descubrimiento, a las pinturas de la cueva de Maltravieso se les ha venido atribuyendo una antigüedad de entre 15 y 25.000 años; sin embargo, un estudio reciente realizado mediante la técnica de datación del Uranio / Torio, ha mostrado que al menos alguno de los paneles de manos impresas de Maltravieso tuvo que plasmarse en torno al 66.700 antes del presente, de modo que necesariamente tuvieron que ser hechos por humanos de la especie Neandertal; esto situaría a Maltravieso como la cavidad que alberga algunas de las manifestaciones de arte rupestre más antiguas del mundo.

Desde 2001 la cueva ha sido objeto de excavaciones arqueológicas por el Equipo Primeros Pobladores de Extremadura, que ha descubierto en su interior vestigios de una actividad humana muy anterior a las pinturas, fechable hacia el 350.000 antes del presente. En realidad, la cueva de Maltravieso formaría parte del complejo kárstico cacereño, junto a las cuevas de El Conejar y Santa Ana, donde se documenta la presencia de homínidos ya en época pleistocena, que se puede remontar hasta el 800.000 antes del presente a través de útiles líticos y restos de fauna.

DESCRUBIMIENTO

Extrayendo piedras de unas canteras de calizas, zona de la Carretera de Medellín, y tras unas voladuras, de los barreneros, en 1951 quedó al descubierto una gran oquedad. Los obreros, sorprendidos, se adentraron en el interior y encontraron unos restos óseos junto con otros cerámicos. Sin quererlo, habían descubierto varios cráneos, uno de ellos trepanado, que se convertiría, junto con las manos, en los símbolos de la cueva.

Los hijos de Telesforo Pérez 'El Francés' relatan cómo vivieron el hallazgo de la cavidad en 1951 | Antonio y Rafael Pérez Hurtado quieren que, tras la investigación publicada, su historia no se olvide

Fueron muchos los investigadores del momento que se interesaron en el descubrimiento, el director del Museo Municipal, D. Ortí Belmonte, Francisco Hernández Pacheco, pero, sobre todo, el que se convertiría en el “mayor defensor”, estudioso y conocedor de la cueva: D. Carlos Callejo Serrano.

La prensa local se hace eco de la noticia, y el propio Carlos Callejo en esos días da una datación de los restos de unos 7900 años, es decir, del Neolítico. Y aunque nos parezca mentira, o no, los trabajos de la cantera continuaron como si nada, y se destruyeron con los mismos, al menos, 30 metros de la cueva.

En 1963 la cueva es declarada Monumento Histórico Artístico bajo la legislación vigente del año 33, pero esta protección no se hizo efectiva y las obras alrededor de la misma no pararon y la dañaron sustancialmente. También permaneció abierta y la entrada del público general, que incluso hacía fuego dentro, deterioraron gravemente las pinturas, que hoy sabemos, son la manifestación artística más antigua de toda la historia de la Tierra.

En 2001 comienza la intervención del equipo de Primeros Pobladores de Extremadura .

Antonio y Rafael Pérez (Hijos de Telesforo “el Frances” ) viven en Sevilla desde los años 70, en donde han ejercido de maestros. Joaquín vive en Madrid, aunque no pudo acudir a esta cita, cuentan que fue un descubrimiento completamente fortuito el que logró que Maltravieso se hiciera luz


Telesforo Peres "el Frances" y familia

(Telesforo Pérez, 'El Francés') era cantero y al mismo tiempo trabajaba en las minas de Aldea Moret, los hermanos se incorporaron al trabajo y poco tiempo después, con 13 o 14 años, ya eran maestros barreneros, explica Antonio. Enfermo 'El Francés' de silicosis, el trabajo recayó en los tres hermanos, unos niños que compatibilizaban sus estudios en el Instituto El Brocense con su tarea diaria en la cantera. Duros tiempos. Era una empresa familiar, no había más obreros, salvo los que puntualmente se necesitaran. «Cuando encontramos la cueva estaba con también José Sánchez Macarrilla y a su hijo Candi, que fue el primero que entró con Rafael a la cueva». Un 12 de julio de 1951, después de la explosión, apareció la cueva. .En días sucesivos, explica Antonio, «a medida que se hace el hueco de la cueva más amplio, empieza la curiosidad, toda la gente que estaba trabajando en las canteras vienen a ver el espectáculo, en esos momentos la cueva principal, destruida por el avance de la cantera, tendría unos 30 metros de largo, 20 de anchura y seis o siete de alto». En días sucesivos pasaron por la zona Miguel Ángel Orti Belmonte, director del Museo de Cáceres, Francisco Muñiz, ingeniero de minas, periodistas y curiosos. «Esto era una feria, vendían hasta helados, no nos dejaban trabajar». En ese momento se descubren vasos campaniformes rotos, tablillas de pizarra con orificios a los lados o incluso huesos, dos cráneos, que se trasladaron al Museo.


Contaban, que aparte de la destrucción de la parte inicial de la cueva, también se iban echando escombros a una parte de la cueva. Tras la primera efervescencia, el furor se apaga y ellos siguen con su trabajo. De motu proprio continúan mostrando la cueva porque en ese momento ya la consideraban un poco suya. «Un día andábamos por allí y nos encontramos una galería lateral con un montón de tierra, se nos apagó el carburo y nos dimos cuenta de que había como luz a la calle». Así descubrieron lo que era la entrada real. Avisaron a las autoridades de nuevo. En ese momento encontraron otro cráneo, esta vez con una perforación. «Le dieron 25.000 años».

Continuaron trabajando en la cantera hasta 1957. Un año antes, en el 56, Carlos Callejo, que en ese momento era director del Museo de Cáceres, se interesó por esta cueva y promovió su conocimiento. Estos hermanos muestran el mayor de los reconocimientos hacia él. «Era admirable y se interesó mucho».

Cuentan que en una de sus exploraciones hallaron una sala grande con mucha tierra en el centro. Había sido trabajada por otra familia de canteros que echaban ahí la tierra sobrante. «Encima de esa cueva están los bloques construidos». Ellos llegaron a ver las célebres manos que ahora están en el centro de la investigación científica. «En ese momento se incorporó Carlos Callejo, hizo investigaciones». Después se descubrieron muchas más, lo que convirtió a Maltravieso en el punto de Europa en donde hay más manos de este tipo juntas.



PRIMEROS TRABAJOS DETALLADOS

Carlos Callejo 1.956

En 1956 Callejo encuentra las primeras pinturas y las incluye en la monografía publicada en 1958, “La cueva prehistórica de Maltravieso”. Data las pinturas en el Paleolítico superior entre10.000-30.000 años, tiene 9 paneles con tres motivos principales: manos en negativo. Mucho se ha especulado sobre la forma de pintar las manos en negativo. Se sabe que usaban pigmentos líquidos que soplaban.




Aunque han aparecido representados algunos animales, ciervos, las representaciones más importantes son las manos en negativo. Son un total de 71 manos hasta el momento, concentradas en la Sala de Pinturas, Galería de la Serpiente y la Sala de las Columnas.

Las manos no es uno de los temas más comunes en el arte rupestre, tan solo una veintena de cuevas presentan esta temática en Europa, fundamentalmente en España y Francia. Aquí aparecen en coloraciones ocres, mientras que las francesas son negras. Se representan a veces solo los dedos, otras ocasiones la mano entera y otras el antebrazo incluido.



Curioso es el caso de nuestra cueva en la que en alguna de ellas se ha borrado el dedo meñique. Se desconoce con certeza su significado, pero se ha planteado la posibilidad de tratarse de un sistema de comunicación entre iguales, frente a las teorías más fantasiosas que consideraban estas figuras como parte de rituales a los dioses. Parece más lógico fijarse en la antropología y lo común que es el establecimiento de una serie de signo usando la posición de las manos y los dedos, como forma de comunicarse, por ejemplo, durante la caza, para así hacer el menor ruido posible. Se presupone que las pinturas eran una plasmación de esos signos comunicativos que ayudarían a su enseñanza y permanencia.



Agustín Díaz

 
 
 

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