LA GUERRILLA EN LAS SIERRAS EXTREMEÑAS-II
- Llopis Ivorra-AgustinDiaz
- 6 mar 2022
- 7 Min. de lectura
LA GUERRILLA EN LAS SIERRAS EXTREMEÑAS
ACTIVIDAD DEL MAQUIS (II)
Crónica desde la calle cuba de mi llopis Ivorra
En la región extremeña, habían permanecido en el monte bolsas de huidos del periodo de guerra, a los que se habían unieron poco a poco soldados del derrotado ejército republicano, y bastantes de los evadidos de los destacamentos penales, y de los que escapaban de las numerosas cárceles habilitadas en los pueblos que eran cabezas de comarca, prsos que liberaron entre 1940 y 1943, tambien aumentaron el numero de emboscados, estos estaban distribuidos principalmente por el Sudeste de la tierras cacerenses, este de Badajoz, Montes de Toledo, Norte de Córdoba y ciudad Real. Los trasvases de las partidas entre las diversas partidas eran algo habitual, hasta hacer comprometida la delimitación de cada grupo n función del terreno de cada provincia.
Por Extremadura y las provincias de Ciudad Real y Toledo, se movía la partida encabeza por un bracero comunista de nombre Joaquín Ventas Cintas, alias “Chaquetalarga” que era natural de Fuenlabrada de los Montes (Badajoz), partida compuesta por una docena evadidos del pueblo de Herrera del Duque (Badajoz), el día 12 de marzo de 1940, siendo estos de los pueblos de Fuenlabrada de los Montes, Villarta de los Montes, y Navalvillar de Pela, el respeto que tenia ganado sobre sus hombre, no evitó que, dos de los integrantes de la partida, paisanos además de “Chaquetalarga”, se entregaran a las autoridades y se convirtieran en confidentes, dando inicio a mas deserciones y chivatos que empezaron a abundar en la región extremeña.
Más el grupo de Joaquín Ventas cintas, llego alcanzar una treintena de hombres, el jefe de la partida “Chaquetalarga” promovió la creación de otra partida, encabezada esta por Diego Horrete y Valentín Jiménez Gallardo, estos instalaron su base de operaciones en una cueva de difícil acceso sobre el rio Guadiana, según parece, era primordial que los grupos de guerrilleros no superaran la docena de hombres por partida.
Corría mediados del mes de julio de 1940, Joaquín Ventas Cintas “Chaquetalarga” que incluso algunas veces se hacía llamar “Carrillo”, efectuó un golpe económico en el pueblo de Valdemanco (Ciudad Real), pueblo que ocupo además durante horas, siguió impulsando una impresionante movilidad a la partida, se desplazaban por los limites de las ciudades de Cáceres, Badajoz, Ciudad Real y Toledo, esta vida nómada planificada que dispuso a su grupo evitó que tuvieran apenas enfrentamientos con las fuerzas de represión, al contrario que la partida lideradas por Horrete y Jiménez Gallardo, que en el invierno de 1941 y minetras merodeaban por las sierras cacerenses de las Villuercas, fueron cercados en el valle de las Roperas por ciento cincuenta guardias civiles, falangistas y guardas de los cortijos, en esta escaramuza murió el maquis Manuel Pachón.
Importante por el daño que causó, fue la traición en el otoño de 1943 de Joaquín “Petenero”, que siguiendo el procedimiento de entrega a la fuerza pública, información sobre la cuadrilla de Jiménez Gallardo, para finalmente pasar a ser guía de las fuerzas represoras, como fruto de esta delación fue el ataque a la partida en el pueblo de Talarrubias, en la Siberia Extremeña, tierra de huidos, y de terreno pizarroso que desde tiempos remotos fuera lugar de extrañamiento, durante este enfrentamiento fueron capturados cinco huidos, fusilados días después en la Plaza de Castuera, otros tres, al quedarse sin munición, aprovecharon las ultimas balas para suicidarse, Joaquín “Petenero”, tambien denunció los puntos de apoyo, con el resultado de dos enlaces ejecutados, otros torturados y varios más detenidos, quedando la partida desarticulada al sobrevivir solamente cuatro de sus miembros.
Pedro Díaz Monje, alias “Frances”, se fugó de la cárcel de su pueblo Hinojosa del Duque (Córdoba) pueblo de su nacimiento el día 19 de septiembre de 1940, estaba condenado a muerte, la importancia de este guerrillero, se basaba en la tutela sin apenas intendencia ni apoyo político, era comunista de gran convicción, organizo una de las mayores de partidas de huidos, fue el primero en constituirse como resistente en estos territorios que alimento la creación de una red de enlaces, cuyos integrantes eran ajenos a los medios familiares, ya antes de la creación de las agrupaciones guerrilleras, el “Frances” realizaba acciones de tipo guerrillero, la cuadrilla estaba compuesta por cincuenta miembros, evadidos de los presidios de Castuera, Don Benito e Hinojosa, en 1943 se incorporaron al grupo veinte huidos más entre ellos cuatro mujeres, solía merodear por las sierras de Guadalupe y Altamira, márgenes del rio Ibor, y pueblos como Guadalupe, Alía, Navatrasierra, Carrascalejo y otros pueblos de la comarca de Ibores en tierras cacerenses.
La altas de nevos miembros en la partida en 1942 y 1943, provocaron al “Frances” a la creación de tres nuevas partidas, encabezadas por Pedro Sebastián Jiménez, alias “Madroño” que se movia por la sierra de Altamira y Guadalupe, Eugenio Moran, alias “Durruti”, por las sierra de Miravete y Carbonero en la sierra de Montánchez, hacia el sur de Badajoz, límite con Sevilla era terreno de operaciones del grupo de Juan Manuel García Martínez, alias “chato de Malcocinado” por ser nacido en este pueblo de Badajoz, y evadido en 1941 de la cárcel de Azuaga, junto con otros quince presos, logro articular una cuadrilla que actuaba entre los pueblos de Azuaga y Fuente de León.
El 16 de agosto de 1944, se producirían tres bajas en la cuadrilla del “chato de Malcocinado”, Lorenzo García Romera, Emilio Suarez Galván y Jesus Suarez Romera, en Fuente Ovejuna el día 25 de abril, esta cuadrilla habia perdido a dos miembros más. Algunos responsables de la lucha contra el maquis, han pasado a la historia de España de la represión, uno que cogió especial notoriedad en esta faceta fue Gómez Cantos, Teniente Coronel de la Benemérita y jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, este habia iniciado su carrera publica, cuando el 18 de julio de 1936, se sublevó contra la legalidad republicana en Villanueva de la Serena (Badajoz) y aunque el ataque de milicianos obligo a que huyera y tras un breve destino en Marbella, desde 1937 estuvo al frente de la Brigada Móvil, luchando contra los huidos en las provincias de Badajoz, Sevilla, Córdoba y Huelva.

En 12 de febrero de 1942, fue nombrado responsable de la persecución de huidos en el 2º sector que componían Cáceres, Badajoz, Ciudad Real y Toledo, termino pasando a la historia local como el “Exterminador” o el “Carnicero de Extremadura”, desde el principio de su nombramiento como máximo responsable de las zonas guerrilleras extremeñas, llevó a cabo durísimas políticas de aniquilación contra los republicanos. En las Mesas y Castañar de Ibor, eran detenidos cada poco, vecinos de esos pueblos y conducidos al puente de Almaraz, con sus 53 metros de altura, desde donde los arrojaban al Rio Tajo, más cuando trataban de lograr la orilla los supervivientes eran tiroteados por pistoleros falangistas, este sistema de eliminación era conocido como “mareo”.
En 8 de diciembre de 1940 y basándose en informes y apenas contrastados, mandó detener a doce vecinos de Cañamero y a dieciséis de Logrosán, todos republicanos y antiguos presos de la comarca de las Villuercas, fueron reunidos en Logrosán, los hicieron subir a un vehículo de la Guardia Civil, y los fusilaron en la finca Dehesilla Mira el Rio. En 1942 una cuadrilla de huidos ocupo la Calera, junto a Guadalupe, (Cáceres), donde se hicieron con todo tipo de enseres, ropas, comida, y dineros, además de maltratar a diversos vecinos por jugarlos simpatizantes del bando sublevado, y como consecuencia de estos hechos, Gómez Cantos, ordenó detener al azar a veinticuatro vecinos de Alía y la Calera, las denuncias de los confidentes y las sospechas de tener antecedentes republicanos fueron sufrientes para apresarlos.
Y prescindiendo de cualquier tipo de procedimeinto, fueron fusilados en las tapias del cementerio de Alía el dio 26 de agosto de 1942, pese a las peticiones de clemencia por parte de algunos de los vecinos. En dos operaciones represivas el Teniente Coronel, Gómez Cantos, habia mandado fusilar a cincuenta y dos personas, al margen de la legalidad, incluida la franquista.
(fuentes Secundino Serrano-Maquis)
El Guardia Civil más Sanguinario
Allí por donde pasó sembró muerte y miedo. Durante la guerra y muchos años después de ella. Ni con los suyos supo qué era la piedad, pues también fusiló a subordinados con tricornio y a gente de la Falange. Aún hoy, muchos años después de su muerte (como Franco, falleció de viejo en una cama de hospital), su huella terrorífica aparece indeleble en los dichos populares extremeños. «Eres más malo que Gómez Cantos», reza uno que bien conocen los vecinos de Villanueva de la Serena (Badajoz), el pueblo donde el entonces capitán de la Guardia Civil se sublevó el 19 de julio del 36 y al que volvería dos años más tarde, siendo él ya delegado de Orden Público en Badajoz, para ordenar su enésima masacre. Los 33 vecinos hoy siguen enterrados, en una fosa común pendiente de excavar, en algún lugar del Cerro de las Fuentes. Y la guerra terminó... Franco impuso su victoria. Y Gómez Cantos, encumbrado por su ferocidad, siguió fusilando sin tregua. Los últimos fueron tres guardias civiles, en 1945, por «cobardía ante el enemigo». Después dictó una orden donde los vilipendiaba y en la que anunciaba más mano dura. Obligó, además, a que el escrito se leyera durante 10 días en todos los cuarteles de su comandancia. Pero cometió un error, y eso terminó condenándole. En su afán exterminador, había negado los auxilios espirituales a los aterrorizados guardias cuando iban camino del paredón, a la Iglesia de entonces, la misma que había hecho la cruzada del lado de Franco, aquello le pareció imperdonable. Y ocurrió que un obispo (el de Cáceres) y el cardenal primado Pla i Deniel presionaron tanto al caudillo que Gómez Cantos terminó procesado y, por unos meses, entre rejas.
Juan Rodríguez Álvarez, a la sazón cabo y conductor del coche de Gómez Cantos, afirmó años después que el mismo día de los fusilamientos en Alía fue arrestado cuando intentaba interceder Julio Fernández Fernández, hijo de los ajusticiados Vicenta Fernández Gonzalo y Francisco Fernández Masa. Aquel hombre era falangista y veterano de la guerra civil agraciado incluso con una Medalla Militar Individual, pero eso no impidió que Gómez Cantos lo torturase durante dos días en la Comandancia de Cáceres en busca de información sobre los maquis, antes de ejecutarlo en el mismo lugar que a sus padres, según Rodríguez Álvarez.
(fuentes Idelfonso Olmedo-Diario el Mundo)

Agustin Díaz
Hola estaría muy bién que citases las fuentes sobre todo de las fotografías, porque esa fotografía que en su día alguien sacó del Archivo Militar intermedio de Valencia, y no para de dar vueltas, sin que nadie diga que es , lo mas probable es que se trate del Campamento de La Cerollera de la AGLA 23º Sector en Teruel....Te lo digo de buena fe, porque yo la digitalizé en el archivo de origen, hoy trasladado todo al Archivo Militar de ávila, con nocturnidad y alevosía Gracias. Por tu blog