POBRES

Crónicas desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra

Andaba ayer por la mañana de paseante por la cronicas desde calle Cuba de mi Llopis Ivorra, distraído como acostumbro al paso, y sin apenas darme cuenta de lo que ocurre en mi entorno ni con quien me cruzo ni en quien me saluda porque voy tratando de cazar musarañas, con el pensamiento colocado en tratar de averiguar la cantidad de azúcar que tendría que añadir a un sofrito para hacer una salsa para acompañar al queso mozzarela rebozado en pan rallado y huevo antes de freírlo, para anular la acidez del tomate y todo esto al pasar por la puerta del autoservicio que la Maruchi tiene en la calle Colombia desde los años 50 de siglo pasado vi un letrero que tenían tomates de Miajadas, como si solo con ser de este maravilloso pueblo le diera patente de corso para tener más o menos acidez al tomate me refiero a los paisanos no los conozco, como si solo con el letrerito en cuestión lo explicara todo y no hiciera falta más explicación ni de procedencia ni de calidad, como que conozco un chiringuito que tiene un cartel que dice gambas fresquitas de Huelva y yo sé que las que tienen en el expositor llevan ahí desde que entraron los nacionales en Cáceres, y es que hay letreritos que cuando menos inducen a la duda, como aquella peluquería que abrieron en el barrio y le pusieron de nombre Antonino’s, entrabas y preguntabas cuantos peluqueros había por lo del plural del letrero y el único que había era el Antonino el hijo de la señora Patrocinio de la calle Paraguay que aprendió el corte de pelo estando en la mili en Cerro Muriano allá por la parte d Córdoba y volvió muy fino de habla y modales y tirando algo a coser para la calle, sin que eso sea malo de suyo.

En estas andaba pensando cuando escuche más que vi a una señora reñir a un infante que llevaba asido de la mano, calculo yo que nieto más que hijo por el aspecto del niño en comparación con la señora acabada de recién salir de la peluquería del Salva por lo bien peinada y perfumada de laca que lucía en la testuz, le decía al chaval que como se portara mal vendría un pobre y se lo llevaría, ¡ Alto ahí, pariente de santanas, que yo sepa jamás me he llevado a ningún niño y nunca en mi mente pasó tal majadería, es más para que queremos los pobres hijos ajenos si no somos capaces de mantener a los propios, carajo que lo único que nos sobran a los pobre es eso precisamente hijos ,que creo yo que por eso somos pobres por tener tantos hijos y encima darles de comer, sí pobres pero honraos se decía antiguamente como si la decencia fuera patrimonio en exclusiva de los pobres, como si la honradez fuera territorio minado para los ricos claro que lo mismo leyeron a San Jerónimo aquel santo barón que pululo por el planeta tierra entre los años 342-420 año que ascendió a los altares de la santidad, que en una de sus predicas sentenció que todos los ricos son unos ladrones o lo ha sido sus padres.

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Siguiendo de paseante y comentado la jugada con otro pobre, esta vez con uno de esos que vemos por las calles pidiendo y que se sitúa de forma habitual por la parte del paseo de Cánovas, al preguntarle que como iba, me contestó que recogiendo, que para tirar ya tendría tiempo y que para eso parare coger echaba allí un montón de horas pasando más frio que cuando trabajaba en la construcción que era a lo que se ha dedicado toda la vida , buena gente y buen trabajador hasta que la crisis del ladrillo o las putas Prime primero y las Subprime después acabaron con la gente honrada en el puto paro y pasándola putas con semblantes más retorcidos que un mono comiendo limón, cuando terminó de cobrar el subsidio de desempleo se tuvo que echar a pedir a la jodida calle que es más puta que la puta vida, a pasar vergüenza, la vergüenza de tener el vicio de comer que esa es la perdición del pobre, una costumbre ya desde pequeño y a ser posible dos comidas diarias y así no se puede salir de pobre oiga, mientras el obrero miraba como encender el fogón para los suyos las empresas fueron ayudadas en el cese del negocio por sindicatos de clase y a la autoridad competente en materia de trabajo, que arroparon a las empresas y liquidaron al obrero poniéndolos en la puta calle y sin un puto duro mientras ellos siguen paseándose con sus cochazos por las calles de Cáceres como señoritos chulos y aspectos de caciqes que han sido toda la vida,y lo seguirán siendo, me comentaba que la gente pobre eran los más generosos, de siempre han sido más solidarios con las miserias, serán por que las sienten en carne propia o que va rondando su por su calle, o sencillamente que se está más acostumbrado a repartir como si la miseria repartida se tocara a menos ,como resulta que en Cáceres solo hay parados y funcionarios, los parados dan lo que les sobran que son básicamente los saludos y buenos días , buenos días y tiempo para una conversación aunque sea corta, lo funcionarios ni eso que siempre van con prisas que es para lo que tienen tiempo para sus prisas y sus cafés y sus paseos, y es que los funcionarios son muy rápidos, fíjate si son rápidos que salen a las tres y a las dos están en sus casas comiendo, o en el bar desde la una tomando cañas y vinos, diciendo que es su tiempo del café, carajo ni que tuvieran que ir a ver a Juan Valdez a Colombia y recolectar el grano. Conozco a varios que aparecen por el bar de la esquina a eso de las doce y media y se van a las tres menos cuarto a fichar la salida.

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Paseo de Cánovas

Se pone a pedir en la parte derecha del paseo de Cánovas como es lógico, por la parte de los pijos, que en este pueblo de catetos hasta anteayer los ricos y pijos paseaban por el acerado de la parte derecha según se baja, los pobres como también es lógico por la parte izquierda del paseo, la más concurrida porque pobres de toda la vida ha habido más, es que no habiendo pobres no puede haber ricos, y de ahí es donde está basada la riqueza en la cantidad de pobres por m2 , como estos eran menos lucían más sus trapitos de modas y los pobres los mirábamos embobados, hasta en el garito de la OJE ( Organización Juvenil española) con el marchamo Josentoniano. Pero qué coño, si corría la década de los sesenta y Franco estaba hecho un chaval se dividía el grupo ellos comían bocadillos de jamón y los pobres el que podía de mejillones en escabeche el resto a silbar, y es que Cáceres es un pueblo de señoritos de siempre lo ha sido, señoritos caciques y Catovis (cacereño de toda la vida) termino que acuñó un tipo de mente s las tres menos cuarto en su campaña de postulante a la alcaldía de esta linda ciudad, como si para saber si los huevos están frescos hace falta ser gallina, a una ciudad se la quiera no por haber nacido en ella, se la quiere por su comodidad en el vivir por la calidad de los vecinos de tu barrio y de los ciudadanos en fin, por sus parques y paseos y por la belleza sin parangón de la ciudad monumental, se la quiere o se la ama porque si, por que te sale de dentro sin necesidad de ser Catovi, como se llaman ellos, yo conozco a un tipo que sin ser nativo de aquí conoce mejor la ciudad que los naturales. Yo no soy Catovi, yo no nací aquí, bien es verdad que me faltan cinco minutos para ser cacereño de toda la vida, mi madre fue hacer un manado a Calzadilla y dijo , como en algún sitio tiene que ser pues a aquí mismo y allí me soltó, no soy Catovi, lo que si soy es pobre.

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Cáceres

@agustinbotines